Condenable forma de enseñar

Humberto Guglielmin, DNI 10.401.180
Bahía Blanca

Ante la gran trascendencia que tomó el envío de libros de lectura cuyo contenido no puede calificarse de otra manera que directamente pornográficos, y de la defensa de esos libros llevada a cabo por parte del Ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, uno se pregunta cuál es el objetivo que persiguen las autoridades del Ministerio.

Los objetivos podrían ser varios:

a) Hablar de sexo para no hablar del pobrísimo rendimiento escolar de nuestra educación primaria y secundaria.

b) No enfrentar la indisciplina rampante que reina en las aulas y que enferma la psiquis de maestras y profesores.

c) No hablar de los docentes terminan con licencias o carpeta médica y de los que prefieren estar en otras funciones y no al frente de los alumnos.

d) De la negativa del Ministerio a diferenciar en las calificaciones a aquel alumno que se esfuerza y rinde, de aquel que va a la escuela solo para molestar a compañeros y docentes. d) De la inaceptable limitación de las atribuciones de los directivos de la escuela en temas disciplinarios. ¿Los suponen irresponsables?

Esta reflexión viene a cuento de una nota aparecida en el diario Clarín del 14/11/24 que informa que llegó a las bibliotecas de las escuelas bonaerense una cantidad de libros de lectura cuyo contenido fue calificado por muchos padres como directamente pornográfico.

Estos libros son parte de una colección llamada “Identidades Bonaerenses” que el Ministerio de Educación de la Prov. de Bs.As. entrega a las escuelas públicas para conmemorar los 40 años de democracia. Algunos son para el primer ciclo (primero, segundo y tercer año de la secundaria) y otros para el superior (cuarto, quinto y sexto). ¡Todos ellos, legalmente son menores de edad!

-La opinión de sabiondas docentes universitarias de que “no hay que moralizar”, coincide con la opinión de los violadores, tratantes de personas, pederastas etc. ¡Nada de límites morales!

  • La lectura comentada, trata con suprema liviandad actos que pueden marcar a cualquier niño, pero herir especialmente en las niñas su orgullo de ser mujer y su papel en relación al hombre.
  • La tolerancia a la pornografía no es modernidad mental, es ignorancia de sus consecuencias.

Cabe añadir que: “Aquel que no sabe, pero no sabe que no sabe, es un necio. Huyan de él.” Confucio.


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