¿Arte feminista?
Humberto Guglielmin, DNI. 10.401.180
guglielmin.humberto@live.com (Texto reducido)
BAHÍA BLANCA
Mendoza es por lejos la provincia más seria y mejor gobernada de Argentina en todos los aspectos, pero en esta ocasión hubo un grave traspié: el Rectorado de su prestigiosa Universidad permitió que en su espacio se realizara una exposición de múltiples obras de “arte feminista”, entre ellas la representación de Jesús crucificado y la Virgen María en un marco de groseras obscenidades reñidas con el más elemental buen gusto y educación.
Esas obras fueron una creación “artística” surgida de los oscuros tugurios de la cultura feminista más extremista. La presentación fue patrocinada por la Facultad de Artes y Diseño de la U.N.Cuyo con el nombre de “8M Manifiestos visuales”. Se hace “para visibilizar a través de dispositivos visuales, narrativas, sentires y relatos las reivindicaciones y conquistas de derechos, contribuir al establecimiento de una mirada crítica desde el arte sobre la sociedad patriarcal y la transformación del orden social de género”.
Esos objetivos abruman y suenan a chantada, porque lo que se ve allí son solamente obras muy malas, muy mal hechas: lo único que se resalta, sin sutileza alguna, es la anatomía del sexo femenino. Todo muy ramplón. Esas obras denigran a la mujer, que es infinitamente más que lo que allí se muestra. ¿Qué es lo que reivindican? Sorprende además, que la muestra haya sido presentada como “educativa y pedagógica”.
De ninguna manera pueden ser consideradas obras artísticas, excepto que se considere arte cualquier estupidez. Si los autores pretendían reivindicar a las mujeres, con su falta de inteligencia artística y moral, lograron lo contrario.
Cuando falta capacidad, la alternativa para escapar al anonimato no debería ser la provocación o el escándalo barato, sino el trabajo y el estudio.
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