Carlos Aiassa, pionero de los triatlones, con la meta en el Ironman
La carrera será el 11 de marzo desde el hotel Llao Llao, con llegada en el Centro Cívico. En el lugar se darán cita 1.600 corredores de varios países. Para muchos de los triatletas locales, esta competencia, es un sueño hecho realidad que no van a perderse.
Para los competidores de elite, argentinos y extranjeros, el half ironman de Bariloche será un desafío más. Aunque claro está: en un escenario irrepetible.
Para muchos de los triatletas locales es un sueño hecho realidad, que no se quieren perder por nada del mundo. Uno de los que ya está listo para alistarse en la largada Carlos Aiassa, abogado de 66 años, y uno de los pioneros del triatlón en Bariloche.
“Mi expectativa está en dar la vuelta. Estoy corriendo poco, mi rodilla ya no está para esas distancias, pero no puedo faltar -aseguró-. El recorrido es complicado y el tramo de bici es muy exigente, por las pendientes, pero todos los que hacemos triatlón acá en Bariloche cuando nos enteramos del Ironman entendimos que había que estar”.
La gran cita es el domingo 11 de marzo y la carrera recorrerá los muchos de los paisajes más emblemáticos de Bariloche, con largada en el hotel Llao Llao y llegada en el Centro Cívico. Participarán más de 1.600 corredores, con una categoría de “profesionales” que congregará a varios de los mejores del mundo en la especialidad.
Se llama Ironman 70.3 (por la distancia total en millas que deben recorrer los atletas) y está previsto que los primeros demoren algo más de cuatro horas.
El entorno único y la complejidad que aportan los desniveles (especialmente en Circuito Chico) es uno de los atractivos que tentó a los corredores de todas las geografías y también lo que estimula a los organizadores para instalar el Ironman de Bariloche como una fecha fija del calendario anual.
Aiassa recordó que los inicios del triatlon en Bariloche fue “muy improvisado” y nada tiene que ver con las bicis, la ropa y la tecnología que están disponibles en la actualidad. Subrayó que el principal impulsor fue Jorge Angaut Rocha, un médico que organizó y corrió pruebas combinadas durante décadas.
“El primer triatlón fue en 1984 ó 1985 -recordó-. Nadamos 200 metros en el lago Nahuel Huapi, sin traje de neoprene, a la altura de donde ahora está la toma de agua. La parte de ciclismo fue por Melipal, hasta Pioneros y de allí a la estación de servicio del kilómetro 1. Ahí arrancaba el trote de subida al cerro Otto por el camino, para bajar por las torres del Teleférico”.
Como anécdota que describe la situación, Aiassa aclaró que nadie en esa época tenía bicicletas con cambios”. “Corríamos todos corríamos con las tipo Aurorita -aseguró-. Salvo un muchacho que era empleado del banco Nación y tenía una bicicleta con varios platos y piñones. En la subida de Boock nos pasó a todos, que ibamos a pie, cargando la bici”.
Pruebas tradicionales
Años después Aiassa tuvo la oportunidad de viajar dos veces a Brasil para correr los Ironman de Porto Seguro y de Jureré. Recuerda que el crecimiento de la actividad a nivel local tuvo mucho que ver con el crecimiento del short triatlón del lago Gutiérrez y después con el Escape de Isla Huemul, que se disputa desde los años 90 y se transformó en un clásico.
“Yo no estoy muy entrenado, es la verdad. Pero estas son carreras que se terminan con la cabeza -aseguró Aiassa-. Te diría que el porcentaje mental es el 50% y el otro 50 es la preparación física. Cuando fuimos a Brasil, antes de largar, nos enteramos de lo que entrenaban los otros y nos queríamos volver. Nosotros andábamos muchísimo menos. Pero llegamos igual”.
A su juicio, la experiencia de cortar calles y rutas en forma completa durante tantas horas es nueva para la ciudad y puede generar quejas, pero el Ironman de Bariloche va a crecer “solo si la comunidad lo vive como una fiesta y lo asume como propio. Es lo que pasa en otros lugares del mundo, donde el pueblo entero se compromete. Si no es muy difícil”.
Más información: Así serán los cortes de calles y la logística del Ironman
“Los triatletas que andan bien acá se van a querer medir en su propio terreno con los de mejor nivel, y eso es muy importante”.
comentó Carlos Aiassa, uno de los deportistas.
Así será esta edición del Ironman 70.3
La largada será el domingo 11 a las 9 en el hotel Llao Llao.
Las distancias incluyen 1.900 metros de natación, 90 km de ciclismo y 21.1 km de pedestrismo.
El recorrido en bicicleta será por el Circuito Chico y acceso a cerro Catedral para terminar en el Centro Cívico.
El pedestrismo dará dos vueltas y media a un circuito que incluye la Costanera y parte de avenida Bustillo.
Habrá 25.000 dólares en premios y además la carrera otorgará 30 cupos para el World Championship 70.3, que se realizará en Sudáfrica.
Datos
- “Los triatletas que andan bien acá se van a querer medir en su propio terreno con los de mejor nivel, y eso es muy importante”.
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