“Cardumen”, teatro dentro de una casilla rodante

¿Qué tan chico puede ser el espacio de un teatro? ¿Y qué tan cerca pueden estar los actores del público? ¿O acaso es el público quien se le acerca a los actores? ¿Y si están todos juntos? “Cardumen”, la primera pieza teatral del Proyecto Rodante propone una gran obra en un espacio muy pequeño. Un puñado de actores delante de otro puñado de espectadores. ¿O viceversa?

“Cardumen” retrata a un grupo de seres que se interrogan sobre la desaparición de uno de sus integrantes y el desequilibrio que produce la llegada de la supuesta hija de quién ya no está. El miedo a perder lo poco que nos queda de un ser amado y ausente puede poner en crisis, aunque sea levemente, la vida tranquila de unos amigos que viven cerca del mar. Tal vez la solución sea reorganizar el cardumen, engrosar sus filas, mirar el horizonte en compañía.

A poco de su estreno, este domingo a las 19, en un lugar al sur de la ruta 22, en Stefenelli (ver aparte), “Cardumen” es el resultado de una idea de Mauricio Jorquera quien convoca a las actrices Soledad González , Laura Raiteri y Marina García Barros y al director Dario Levin para abordar un proceso de creación escénica que concluya en un espectáculo teatral.

El proceso de investigación comenzó en julio de 2017, cuando el elenco inició una búsqueda ficcional dentro de una casilla rodante que propone entre otras cosas la experiencia de la cercanía con el público y la posibilidad de cambiar el paisaje circundante. Luego, fue convocado el dramaturgo Luis Sarlinga para que defina las palabras que componen el texto final de la obra.

En una charla con “Río Negro”, Laura Raiter nos cuenta de qué trata “Cardumen”: “Es una historia sencilla. Cuenta la ausencia de Omar, un buzo que un día se fue al mar y no volvió más. Nosotros estamos esperando el día de su cumpleaños con la idea de que vuelva, esperándolo. En la casilla, que es lugar donde este hombre vive, están su ex mujer, una vecina y un amigo. Luego se suma una chica que dice ser la hija de esta persona que no está y que esperamos”.

Si bien la casilla rodante está ubicada en un solar de Stefenelli, la historia transcurre muy lejos de allí: “Ocurre en el mar, en una playa desértica de las costa rionegrina. El vivía en ese lugar por eso estamos nosotros ahí”, revela Laura.

Al igual que la historia, el texto también es muy sencillo: “Creo que lo más interesante de la obra es el tratamiento de la cercanía física de las personas en un lugar que no es un teatro”, resume la actriz de obras como “Todo mi sano cuerpo, te ofrezco” y “La gran noche”.

La casilla rodante no se mueve ¿o sí? “En momento lo pensamos”, dice Laura Raiteri. “Pensamos en mover la casilla durante la obra, pero al final no lo hicimos porque era peligroso. Somos diez ahí dentro (risas)”.

Aunque siempre se trató de una casilla rodante la locación de “Cardumen”, Raiteri cuenta que “en un principio habíamos tomado la decisión de empezar a ensayar en una casa, pero como la idea era una casilla rodante el director dijo ‘no, consigan la locación y ensayen ahí’. Y la verdad era que no tenía sentido hacerlo en otro espacio porque son muy diferentes uno y otro. Lo que sí tomó más tiempo decidir fue si lo íbamos a hacer en una casilla real al aire libre o en una escenografía dentro de una casilla dentro de una sala”.

Conseguir una casilla no fue fácil para Proyecto Rodante n ni lo es ahora, que están a punto de estrenar. “Esta casilla nos la prestaron Carmelo Scala y Gabi De Gregorio para estas funciones y la tenemos que devolver. Queríamos alquilar una para hacer la temporada de verano, pero está muy difícil conseguir una (risas). Ganamos el concurso y con ese dinero vamos a comprar una”, revela Raiteri. El concurso en cuestión es el de integración de artistas rionegrinos por parte del Instituto Nacional del teatro

Si bien no es novedad la puesta en escena en lugares reducidos y no convencionales, en Roca coinciden dos obras que proponen espacios por fuera de las salas. Hace unos meses se estrenó “Adentro el rojo resplandor del fuego (Nowhereland)”, que transcurre el garage de una casa céntrica. Ahora, el convivio transcurre en una casilla rodante. Cuestiones estéticas, pero también materiales subyacen: “No hay muchas salas en la ciudad, apenas tres: El Biombo, Casa de la Cultura y La estación”, explica Raiteri. “Y somos muchos actores y actrices para tan pocos lugares. Lo que hacemos es ensayar en garages y lugares así. A nosotros no pasó que queríamos experimentar en espacio chicos y que la gente tenga también esta experiencia de cercanía en y con el teatro”.

Y agrega: “Lo que está pasando también es que cuesta mucho llevar al público al teatro. La concurrencia rondo los veinte espectadores. Esto nos permite hacer muchas funciones”.

Un cardumen, según Proyecto Rodante

Los peces tienen conciencia de manada. No pueden estar solos. El cardumen es un organismo conformado por animales de diferentes especies. Se mueven con gracia, sincronizadamente. Moverse juntos les permite estar a salvo de los depredadores, ahorrar energía, reproducirse sin mayores dificultades. El cardumen, evidentemente, facilita la vida de sus integrantes. ¿Quién no quisiera formar parte de uno de ellos?

La compañía teatral Proyecto Rodante estrena este domingo su primera obra, que transcurre en un espacio con capacidad para diez personas, de las cuales cuatro son actores. Laura Raiteri, integrante del elenco, nos cuenta acerca de esta experiencia.

El estreno y las

fechas siguientes

Estreno: domingo 9 a las 19

Martes 11, a las 19:30 y 20:30

Martes 18 a las 19:30 y 20:45

Jueves 20 a las 19:30 y 20:45

Domingo 23 a las 18, 19: 45 y 20: 30

Las entradas cuestan
$ 250 e incluyen consumición. Pueden reservarse por Whatsapp al 2984-785270 o en Facebook: Cardumen Casilla. La capacidad es de cinco lugares por función.