Campings en cordillera: pocos turistas y muchos residentes

La crisis económica y el efecto pandemia se hacen sentir. La ocupación está por debajo del 50%. La mayoría son jóvenes en grupo y ahora se suman muchos que nunca hicieron camping.

Pocos turistas y muchos residentes que buscan una alternativa a la falta de vacaciones se vuelcan a los campings de la región cordillerana. El promedio de estadía de antaño de dos semanas fue reemplazado por dos o tres noches de acampe. 

“El clima está acompañando y la gente disfruta salir. La situación de encierro durante tantos meses potenció la necesidad de estar al aire libre”, coinciden los concesionarios y aseguran que la ecuación es de un 60% de turistas contra un fuerte 40% de locales.  

En la ruta 40, camino a Villa La Angostura, el camping Arroyo Ragintuco fue el primero en abrir en la zona al aprobarse su protocolo (en un principio, solo para uso diurno). Por eso, en un primer momento, recibió gran cantidad de visitantes locales.  

Hoy tenemos 50% de turistas mezclados de Buenos Aires, Corrientes, Mendoza y un 50% de residentes (con un 80% de Bariloche y un 20, de la Villa que aprovechan especialmente los fines de semana que está lindo)”, explicó Claudio Murer, que administra el camping Arroyo Ragintuco desde hace siete años. 

Este verano atípico, los jóvenes copan los campings. Muchos ven frustradas vacaciones y viajes con amigos y, optan por acampar a pocos kilómetros de la ciudad.    

El camping ganó prestigio entre los grupos estudiantiles los últimos dos años pero nunca tanto como éste. Hoy, el 70% del público son jóvenes de clase media alta. Hay grupos de 5, 6, 7. Mucho universitario”, describió Murer.  

El pernocte en este camping cuesta 790 pesos para los adultos y 390 pesos, para menores de 4 a 11 años. El uso diurno es de 330 pesos y 200 para los niños.  

Murer recalcó que las parcelas para instalar las carpas están bien delimitadas y a una buena distancia. Tampoco es necesario ingresar a la proveeduría para comprar ya que “la visión de la mercadería es óptima” desde afuera. 

Intentamos intercalar carpas de familia con carpas de parejas. Advertimos que a la gente le cuesta un montón usar barbijo. Lo hacen por obligación. Son muy pocos los que no se sacan el barbijo cuando van a la playa”, advirtió Murer. 

Detrás de la casa del guardaparques de la Seccional Lago Gutiérrez, el camping que lleva el mismo nombre del lago registra una ocupación del 45%. “En este período del año, solíamos tener 300 personas; hoy tenemos 100”, lamentó Arturo Aloisi, administrador del camping Lago Gutiérrez. 

En el camping la gente busca todo eso de lo que estuvo privada tanto tiempo con el encierro. Ves gente que se queda mirando el lago. El encierro ha hecho que se pongan un poco más sensibles”.

Arturo Aloisi, camping Lago Gutiérrez.

Advirtió que “este verano en especial, tenemos una rotación del 80% con gente de la zona. Público que no sale de vacaciones y decide acampar. También tenemos un porcentaje alto de turistas del Valle que normalmente se incrementa los fines de semana”.  

Este camping cuesta 650 pesos para los adultos; 500 pesos pagan los menores de 12, mientras que los menores 5 no abonan.   

Aloisi reconoció que, por lo general, trabajan mucho con público de Buenos Aires que este año, “no ha venido”. “Tenemos, aunque no en cantidad elevada, gente de Comodoro Rivadavia y Trelew y muchos de Bahía Blanca, por ejemplo, que no han encontrado campings en Las Grutas y se vienen para esta zona por ruta 23”, agregó. 

Consideró que el público es “muy gasolero” y puso como ejemplo, la confitería que trabaja un 30% menos en relación al año anterior.  

Respecto al protocolo, señaló que es necesario “estar atrás de la gente de la zona y la mayoría, jóvenes. Salen caminando de su sector sin barbijo. No lo hacen a propósito sino que se olvidan. Por lo general, acatan la indicación. El personal les pide que se coloquen y les explican que los están cuidando. La gente se ríe y acata”.  

En el corazón de Colonia Suiza, a 25 kilómetros del centro de Bariloche, el camping Hueney Ruca, con capacidad para 200 personas, hoy recibió a unos 40 acampantes, entre los cuales sobresale una gran cantidad de jóvenes de Bariloche.  

“Tenemos mucha gente de la zona que, normalmente, no es público de camping. Pero adopta esta modalidad al no poder salir de vacaciones”, admitió el concesionario del complejo, Omar Goye.  

Dijo que “recién esta semana se empezaron a ver ingresos de gente de otros puntos del país. El problema es que trabajamos mucho con gente joven con mochila que viaja en micros y la capacidad de los buses es limitada”.  

En este camping, el promedio de estadía es de dos noches en tanto la gente alterna con refugios de montaña cercanos. Por eso, los acampantes se van y vuelven a los pocos días.  

En este caso, el valor es de 500 pesos para acampar y 300 pesos para pasar el día.  

Goye señaló que, en los últimos años, también registraron “mucha rotación entre varios lugares de la cordillera. La gente va a El Bolsón, a Puelo, a La Angostura. Cambió la característica de estadías prolongadas por esta movilidad”, precisó.  


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