Camas UTI: decir la verdad

Francisco Galeano*


Hice llegar mis felicitaciones a LU18 por generar un espacio de difusión sobre la situación de las terapias intensivas de nuestra ciudad. Para conocer y comunicar a la audiencia la situación de las terapias, la radio tuvo la excelente idea de convocar nada más ni nada menos que a las personas a cargo de esos servicios “para conocer la voz de los que están en uno de los lugares más difíciles de esta pandemia”.

Hablaron las personas con más suficiencia para comunicar a la población la verdadera situación de las terapias de Roca. Ese momento de la radio fue muy valorado por la audiencia y las repercusiones muy favorables, ya que se trató de brindar información de primera mano.

Los hombres de ATE deben saber tanto de la cánula de alto flujo como de astrofísica.

Decir la verdad y detallar la situación por la que atraviesan las terapias de Roca, como ocurrió en ese programa, en algunos pudo generar alarma, pero en la mayoría de los roquenses sirvió a mejorar la conciencia de la necesidad de cuidarnos y cumplir con las normativas. Por otro lado, cuando las autoridades provinciales afirman que el sistema no está colapsado y nos dicen que la ocupación de las terapias es cercana al 70% no faltan a la verdad, pero datos generales no permiten tomar una real dimensión de la situación de cada localidad.

Solo unos días después de esas declaraciones ATE presenta una denuncia contra la doctora Cristina Orlandi, jefa del servicio de Terapia Intensiva del hospital de Roca. Denunciar a la médica por la indicación de un procedimiento de suministro de oxígeno a pacientes críticos suena al menos controversial y esotérico para que lo haga un gremio. Los hombres de ATE deben saber tanto de la cánula de alto flujo como de astrofísica. De más está decir que esta terapia está ampliamente documentada con bibliografía nacional e internacional, pero algo había que hacer para callar a cualquier médico o médica que quiera dar a conocer datos que son inquietantes.

Por eso, esta nota es para solidarizarme con doctora Orlandi, quien es reconocida y valorada en el ambiente médico por su seriedad, suficiencia, trayectoria y dedicación.

Como exjefe de un servicio de terapia intensiva del mismo hospital sé lo que es trabajar en una UTI con cama caliente y al tope de ocupación. Trabajar al límite es doblemente riesgoso. Es riesgoso para el personal de Salud pero lo es también para los pacientes, porque se trabaja sobrecargado, estresado y cansado. En el caso de enfermos con covid, el personal de Salud trabaja además con el temor de infectarse y transmitir el cuadro a sus seres queridos. Es por ello que cuando el porcentaje de ocupación es alto, y esto se prolonga en el tiempo, los errores humanos son más comunes.

La doctora Orlandi fue convocada por la radio a comentar la situación de su servicio, así como lo fue el jefe de la terapia del Juan XXIII. El doctor Cabana señaló las dificultades de ampliar las camas de UTI ante la falta de personal capacitado. En relación a la región, Orlandi se limitó a consignar que al momento de la entrevista había pocas camas de internación tanto para pacientes críticos como moderados, y agregar que “cuando se dan los números de la Provincia, éstos no reflejan los porcentajes de ocupación del Alto Valle,” por lo que instó a la población a cuidarse y proteger a los grupos de riesgo.

Por otro lado, el gobierno tampoco miente cuando, en la conferencia de prensa posterior a los dichos de la doctora Orlandi, sale a decir que la ocupación de las terapias a nivel provincial es cercana al 70%, ya que mide las camas totales de la provincia, o sea un promedio de los servicios de Bariloche con un 55%, General Roca y Cipolletti con un 80% y Viedma con el 40%. En esa conferencia de prensa, la doctora Ibero dio a conocer que en ese momento se encontraban internados en las terapias de toda la provincia un total de 13 pacientes con covid. Convengamos que, si 13 pacientes con Covid en las terapias públicas y privadas de toda la provincia generan tanto alboroto, se hacen ciertas las palabras de la doctora Orlandi cuando, en el mismo reportaje de la radio, denuncia la falla estructural de la terapias intensivas y la deuda de larga data de la política sanitaria del país para con estos servicios.

Lo llamativo de todo este revuelo parece ser el nuevo rol de ATE: acallar la voz de los que dicen algo políticamente incorrecto. No dudo en respaldar a la doctora Orlandi y afirmar que la denuncia de ATE se realiza en el momento menos oportuno y, a mi juicio, revela una intención aliada a otros intereses.

*Médico


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