Buscan vender miles de huevos de pascua hechos en Bariloche
Las fábricas artesanales tienen lista la producción especial de Semana Santa pero no habrá turistas. Los empresarios evalúan opciones de comercialización junto con la Provincia.
Las toneladas de huevos y figuras de pascua producidas para esta Semana Santa por las fábricas de Bariloche buscan un destino inmediato y como primera medida, con la ayuda del Gobierno provincial, los chocolateros intentan insertar su producción en los comercios de la región.
Crean en Bariloche un “desinfectador humano”
La industria chocolatera afronta la crisis del coronavirus de una manera particularmente trágica porque a la paralización de las ventas y con sus locales cerrados por el aislamiento obligatorio dispuesto a nivel nacional, se suma que tenían listo el stock para la Semana Santa, con una producción especial que si no se vende en esta época no puede ser reutilizada a futuro.
Las 20 fábricas artesanales de Bariloche habían elaborado su producción especial para Semana Santa que coincidía con un fin de semana largo con grandes expectativas turísticas y con la Fiesta Nacional del Chocolate. Pero todo quedó cancelado y los depósitos están colmados.
“Pasada la Pascua es difícil de vender los huevos y generalmente programamos un vencimiento del producto en seis meses, por lo que no se pueden guardar para el próximo año”, graficó a RÍO NEGRO Luis Brogger, presidente de la Asociación de Chocolateros de Bariloche, que junto a otros empresarios del sector mantuvo una reunión virtual con la gobernadora Arabela Carreras y otros funcionarios.
En ese encuentro, los chocolateros trasladaron su particular situación y se “barajaron algunas alternativas” dijo Brogger quien indicó que algunas fábricas tienen en stock 8 toneladas de huevos de pascua.
Todas las fábricas empiezan con la producción de pascua con al menos dos meses de anticipación porque los huevos y figuras tienen un trabajo especial, incluso una parte artística y artesanal en los decorados. “Este trabajo se frustra por este parate comercial, salvo excepciones que ya tenían otras vías de comercialización por fuera de los locales propios”, señaló Brogger.
El ministro de Gobierno, Rodrigo Buteler, que también participó de la reunión virtual, precisó a este diario que la primera opción analizada es “gestionar con las grandes cadenas de supermercados y los comercios de la región para que compren los huevos de pascua producidos por las fábricas artesanales”. Buscan “colocar en este mercado una parte de la producción”.
Buteler dijo que en la reunión con los chocolateros se descartó la posibilidad de que puedan realizar delivery de huevos de pascua porque “se expondría a un riesgo a los trabajadores” y admitió que es compleja una solución integral por la proximidad de la Semana Santa, que se celebra del 9 al 12 de abril.
Como segundo punto, se gestionará la salida comercial al mercado interno y a otras provincias “siempre que la Nación lo autorice y se cumpla con las medidas sanitarias actuales”, informó el Gobierno.
Para los chocolateros también es un problema a asumir la carga laboral porque cuentan con unos 2.000 trabajadores directos a los que se suman otros cientos de manera indirecta que dependen de esta industria que vende su producción en un 90% a los turistas que visitan Bariloche.
Una industria que mueve 500 millones de pesos anuales
La industria chocolatera de Bariloche emplea a unas 2.000 personas y el año pasado cerró su facturación anual en 561.033.453 pesos, según datos estadísticos de la municipalidad.
En la ciudad cordillerana se fabrican 1.000 toneladas de chocolate cada año y la Semana Santa tiene una producción especial con figuras alusivas y huevos de distintos tamaños y colores, una modalidad llamativa con colorantes naturales que implementaron el año pasado en algunas fábricas.
El chocolate puede garantizar su sabor y textura por unos seis meses pero la producción especial de pascua generalmente se comercializa hasta unos pocos días después de la Semana Santa.
Según los registros oficiales, las chocolaterías tienen su mayor facturación en los meses de invierno, de junio a septiembre, y el último año tuvo una tasa de crecimiento del 60%.
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