Bibliotecas: puentes sociales y educativos a la deriva en Río Negro
Bibliotecarios escolares piden la creación de cargos y jerarquización de profesionales. Alertan por desocupación y abandono de estos espacios públicos y democráticos.
Todas las tardes, un grupo de chicos de la ESRN 116 de Roca abre las puertas de su biblioteca en el tiempo libre para jugar al ajedrez o hacer alguna tarea inconclusa. La biblioteca escolar, que durante varios meses estuvo cerrada por la pandemia, es un espacio de encuentro, de vínculos y también de contención, según relató con orgullo Roberto Limonao, bibliotecario de la secundaria de barrio Nuevo.
¿Quién no se ha inscripto en una biblioteca? ¿Quién no fue alguna vez a hacer un trámite, a usar internet, a hacer tiempo, a encontrarse con alguien?. Sin dudas las bibliotecas son “puentes” no sólo de procesos educativos y acompañamientos pedagógicos, sino de procesos sociales de cambio, de generación de saberes y memoria colectiva.
Hoy, estos espacios públicos y de acceso a la información están en peligro, según un colectivo de bibliotecarios de la provincia, que durante la pandemia de covid-19 comenzó a organizarse por sus necesidades.
“Desde el año pasado estamos congregándonos para poner un poco de relieve la realidad de nuestro trabajo”, aseguró Roberto Limonao. Explicó que hay una cantidad de bibliotecarios profesionales anotados en sistema que quedaron desocupados por no acceder a ningún cargo. Como contrapartida hay varias bibliotecas escolares inactivas y vacías, sin personal específico, según comentó en una entrevista con LA COMUNA.
Alertó que las bibliotecas se van cerrando y hoy en día muchas están abandonadas por no tener personal. Por eso, el principal reclamo es la creación inmediata de cargos de bibliotecarios en escuelas, al Ministerio de Educación provincial.
Piden que los espacios vacantes se cubran con bibliotecarios profesionales. Según sus registros, son más de 20 los rionegrinos formados en el área que están sin trabajo. “Es bastante angustiante, porque se trata de 20 familias”, enfatizó Limonao.
“En las escuelas primarias hay bibliotecas, pero el cargo de bibliotecario no existe, no hay Ley como si hay en Media. Y estas bibliotecas se van vaciando, se van perdiendo los libros, con una cantidad de libros maravillosos que han mandado de Nación hace algunos años. Necesitamos que se creen cargos en biblioteca de Primaria”, argumentó Limonao.
La biblioteca es un motor social, que acompaña los procesos sociales de cambio, en favor de la sociedad”
Roberto Limonao, bibliotecólogo
Por otro lado, piden que se revise un artículo específico, para que los cargos sean ocupados por profesionales del área, es decir, bibliotecólogos, y no personal “readecuado” como sucede en algunos lugares. Se trata de personas que provisoriamente y por algún motivo, no pueden llevar adelante sus tareas y van a trabajar a biblioteca.
Los horarios de trabajo, la capacitación y los protocolos de bibliotecas en pandemia, que tuvieron que diseñarlos y ponerlos en práctica ellos mismos; son otros de los puntos que llevaron a la mesa de discusión.
Otro hecho que suman a la problemática tiene que ver con el cierre de la carrera de Bibliotecología en la localidad de Luis Beltrán, de donde ya están saliendo los últimos graduados.
Si bien su reclamo viene de larga data, la pandemia hizo que se profundizara la problemática y esto generó las condiciones para que se volviera una “instancia de lucha colectiva”, aseguraron.
Lograron redactar notas y escritos que elevaron a Unter y que, por primera vez, el tema entre en la mesa de discusión paritaria. Hasta el momento no tuvieron respuestas concretas, salvo el compromiso de la Provincia de crear cargos para Bibliotecas Populares, lo cual ven -si se concreta- como un paso de avance.
Para los bibliotecarios, lo más peligroso es que se pierde esta forma de participación social que habita en la biblioteca, como espacio de contención, refugio y patrimonio histórico.
“Creemos que la biblioteca es un motor social, que acompaña los procesos sociales de cambio, en favor de la sociedad. Y los profesionales acompañamos ese proceso”, aseguró Limonao. Estiman que en toda la provincia son alrededor de 400 profesionales.
Dato
- 20
- bibliotecólogos como mínimo están desocupados sin cargos y anotados por sistema actualmente en la provincia.
Una asociación civil para diseñar políticas públicas
Para este colectivo, lo que sucede demuestra que las bibliotecas ocupan un lugar relegado en las agendas gubernamentales y faltan políticas públicas. Por eso están en proceso de creación de una asociación civil de Bibliotecarios de Río Negro, pronta a conformarse.
Consultado sobre las causas de fondo de este “abandono”, Limonao opinó que responde al lugar que se le da a la educación y con coartar el pensamiento crítico. “Tiene que ver con lo que fomenta la lectura. Se espera una sociedad ‘no pensante’”, dijo y en ese sentido es la educación y la lectura lo que otorga capacidad para decidir.
“Una biblioteca cerrada no contribuye al acceso de la información”, dijo y sostuvo que esto va en sintonía con los sectores que plantean la privatización de la educación.
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