Bergliaffa, el cura abusador, sigue activo en Roca a pesar de las prohibiciones
Luis Bergliaffa abusó sexualmente de una menor, durante seis años y en "innumerables ocasiones". Foto: Archivo.
Pasaron dos años sin novedades, desde que en 2017 se supo que el sacerdote cordobés Luis Bergliaffa había sido alojado en Roca. Llegó como «huésped», después de que la propia Iglesia confirmara que abusó sexualmente de una niña durante «seis años, en innumerables ocasiones». Ella iba a la parroquia donde él daba misa.
Por este delito conocido en 2011, hasta 2024 tiene prohibido ejercer el sacerdocio. A 1556 kilómetros de distancia, afirman que controlan cómo cumple su condena, advirtiéndole que ‘vuelva a la obediencia’ cuando intenta moverse con el resto de los curas ó recordándole que si pisa en falso, pueden expulsarlo. Sobre él ya hubo una segunda acusación, pero fue absuelto.
A pesar de todo esto, Bergliaffa pasa sus días aquí bajo la flexibilidad de su amigo, el obispo del Alto Valle, Marcelo Cuenca, que determinó suavizar lo aberrante del delito cometido y bajar esa línea a todas las parroquias. Después de cinco años, Bergliaffa todavía no acreditó un trabajo independiente para sustentarse, como le ordenaron que buscara.
Tampocolo imputaron en acciones penales, amparándolo en el silencio de la víctima, que primero quiso denunciar pero después desistió. Lo sometieron a un trámite «penal administrativo», pero interno.
¿Cómo encaja esta actitud con la «tolerancia cero» que el papa Francisco expresa contra los abusos que involucran al clero? Integrantes de la Red Nacional de Sobrevivientes sólo ven “hipocresía” entre las autoridades eclesiales. La Fiscalía cordobesa no pudo actuar, ni siquiera de oficio. Y en el medio, quedó invisibilizado el abuso de una nena, que quizás jugó, confiada, en las hamacas frente al templo de Av. Varela Ortiz al 2550, en Córdoba capital.
En Roca no tocan el tema
“¿El padre Luis?”, reconoció una secretaria del Obispado, después que “Río Negro” consultara por él hace unos días, usando sólo su nombre de pila. Varias veces hubo que insistir en la breve charla, para que diera escasos datos.
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Pese a los múltiples intentos para que diera su versión de los hechos, Bergliaffa no respondió ni a llamados, ni mensajes de Whats App ni de texto. Durante la investigación que le aplicaron, sí se animó a apelar la sentencia, pero no los convenció y le respondieron que “había certeza moral suficiente”.
El Arzobispado cordobés evitó hablar de un “traslado” porque no llegó a la Patagonia con una nueva función, sino buscando alojamiento. En las oficinas de esa sede, de las que él depende aún, Bergliaffa asentó como nuevo domicilio el inmueble de calle Rodhe 433, o sea el Obispado en Roca.
Visitar a Francisco después de la cumbre antiabusos
Los abusos sexuales dentro del clero fueron el tema central de la cumbre que impulsó el papa argentino, Jorge Bergoglio, en febrero de este año.
En contraposición con la mirada que enarbola el sumo pontífice, el caso de Bergliaffa sólo quedó en el proceso canónico y tampoco obtuvo la pena máxima, la expulsión, a pesar de lo escalofriante del hecho.
Casi tres meses después de esa reunión, comenzó este domingo 28 de abril la visita “ad limina apostolorum” que los obispos argentinos no cumplían hace 10 años. Viajarán en tres grupos y los de la región sur serán los últimos, entre ellos Marcelo Cuenca, desde el 12 al 18 de mayo.
Cruces entre la verdad y la mentira
“Vino acá con conocimiento plenamente del Arzobispo, mío, del clero de acá, no fue nada escondido”
Marcelo Cuenca
Obispo del Alto Valle
Esa frase es cierta. Pero lo que Cuenca no cuenta, lo relató a «Río Negro» el vicario judicial de la Arzobispado, Dante Simón. Este alto funcionario de la institución, aseguró que el propio nuncio apostólico Emil Tscherring, representante del papá en Argentina, planteó la gravedad de lo ocurrido ante el obispo valletano y el arzobispo Carlos Ñáñez.
Aún así, Cuenca dijo otra cosa aquí en Roca. A pesar de que el caso llegó a una sanción firme y definitiva en 2014, el obispo todavía en 2017 decía que «fue ratificado por la Santa Sede, pero está apelado (…) La acusación no tiene sustento, más allá de que tenga una pena». Esa opinión la replicó en televisión y en la carta que mandó a todas las parroquias para que sea leída en misa.
Advertencias «disciplinarias»
El vicario Simón aseguró que en varias oportunidades incluso se le «recomendó» a Bergliaffa releer los puntos de su condena, porque se desvió de su cumplimiento y eso llegó a oídos del Arzobispado. Hubo quienes lo acusaron en Córdoba por participar en reuniones internas de curas y religiosas, en retiros espirituales y hasta deslizaron que celebró la Eucaristía.
La víctima de Bergliaffa lo acusó ante el Arzobispado, «aconsejada por su acompañante espiritual», indicó el vicario Dante Simón.
«Tiene que vivir como laico, aunque no lo sea (…) tiene que llevar el anonimato sacerdotal. Si yo acompaño al obispo, no lo estoy haciendo como laico»
Pbro. Dante Simón
Vicario Judicial – Arzobispado de Córdoba
Supo integrarse al entorno
“Luis” es un hombre amable, de imborrable acento y futbolero
Así lo describió una fuente cercana, que lo cruza actualmente en Roca y en las actividades diocesanas. Quienes escucharon hablar sobre él en Córdoba también hablan de su calidez. “Pero que sea noble no quita lo otro”, recalcaron aquí en el Valle.
“En Córdoba todos se conocen, más entre comunidades religiosas. No faltaron los que pensaran que los sacerdotes no lo querían porque era muy carismático y le tenían envidia”
Dijo un voluntario de Entre Ríos que vivió en Matienzo, en los años de investigación contra Bergliaffa.
Con el paso de los meses, el caso de este hombre, criado en una familia de fe y hermano de otro sacerdote, motivó que el tema de los abusos fuera tratado en medios católicos, pero apuntando a reconstruir una imagen: “no todos los sacerdotes son así”.
«Yo defiendo en nombre de lo que lo conozco, en nombre de la amistad y su servicio eclesial por más de 25 años»
Marcelo Cuenca a «Somos Noticias» (2017)
Así lo etiquetaba un sacerdote de la región en su Facebook.
Así lo etiquetaba un sacerdote de la región en su Facebook.
Así lo etiquetaba un sacerdote de la región en su Facebook.
La Justicia no puede actuar de oficio
“Río Negro” conversó con personal del área de Delitos contra la Integridad Sexual que posee el Ministerio Público Fiscal de Córdoba. Confirmaron que no hay acciones penales contra Bergliaffa por este hecho que confirmó el propio Vaticano.
“La obligatoriedad para la Justicia de Menores de actuar de oficio llegó con la modificación del Código Procesal de la Nación en 2017. Como la ley penal no es ‘retroactiva’, no se puede aplicar a un hecho anterior como este, por lo que se mantiene la normativa previa, que exige la intervención de los padres o la propia víctima”.
«Hipocresía», acusó la Red de Sobrevivientes
Carlos Lombardi, asesor legal del grupo que impulsa denuncias contra curas abusadores a nivel nacional, descartó que la visita “ad limina apostolorum” ponga en evidencia la falta de medidas penales ante casos de abuso dentro de la iglesia. “Los informes que llevan los obispos son secretos,empezando por ahí, ya todo es oculto”, cuestionó.
Para el abogado, “mientras no cumplan con el pedido de la ONU todo va a seguir igual. Es la misma hipocresía”. La víctima de Bergliaffa no buscó el apoyo de la Red hasta ahora, confirmó.
El caso
La denuncia contra Bergliaffa fue dos veces confirmada por la Iglesia, en Argentina y desde el Vaticano: abusó sexualmente de una menor, por seis años y en innumerables ocasiones«. Al momento del proceso, la víctima ya tenía 16 años.
Ella integraba la comunidad donde él ejercía, en el barrio Matienzo de Córdoba capital, y lo acusó ante el Arzobispado, «aconsejada por su acompañante espiritual», indicó Simón.
La Parroquia Nuestra Señora de Fátima y San Pío V queda frente a una plaza de juegos infantiles y al colegio católico que se ve al fondo de la foto.
Bergliaffa, en una celebración en la Parroquia de Fátima. Foto: Archivo.
La parroquia por dentro.
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