Mario Sepúlveda, emblema del básquet neuquino, tiene su despedida en El Templo
Amigos, familiares y ex compañeros estarán presente en el estadio de Plottier. Jugó en 18 clubes y logró cinco ascensos de manera consecutiva.
Mario Sepúlveda, El Señor de los Ascensos, listo para su última función. (Matías Subat)
Mario Sepúlveda rompió las estadísticas hasta transformarse en El Señor de los Ascensos, tuvo una gran carrera en el básquet profesional y dice adiós de manera precisa. El 8 fue su número, se despide un 8 (de julio) y a las 8 de la noche. Será en El Templo de Plottier, donde se espera una gran fiesta, con la presencia de familiares, amigos y compañeros de cada uno de sus clubes. Vistió la módica suma de 18 camisetas –y dale con el 8-, así que seguramente sobrará para armar los equipos.
Para el cierre de su gran campaña, el basquetbolista neuquino eligió Centro Español, un club que es su segunda casa y lo tendrá entre sus filas para cumplir diferentes funciones. Tenía decidido dejar la actividad en 2020, pero aprovechó la pandemia para entrenar a full y se dio cuenta que tenía cuerda para seguir. Cerca de cumplir 46 años (Neuquén, 26 de agosto de 1977), dejó la piel hasta el último partido con el Torito y escuchó una ovación cuando anunció el “no va más”.
Cinco ascensos seguidos: el increíble récord de Mario Sepúlveda
El punto más alto de la carrera de Mario Sepúlveda fue entre 2007 y 2011. De manera consecutiva fue clave para cinco ascensos desde el TNA a la Liga Nacional: El Nacional 2007, Olímpico 2008, Unión de Sunchales 2009, El Nacional 2010 y Quilmes 2011. El bonus track lo consiguió con Hispano Americano, cuando subió desde el Federal al TNA.
Esa tremenda racha lo transformó en un talismán y llegó el apodo de El Señor de los Ascensos. Además, dejó su marca en las estadísticas: es el cuarto jugador con más presencias, el noveno goleador y el segundo mayor triplero de la historia en el TNA (hoy Liga Argentina).
Mario Sepúlveda, el único neuquino en los dos títulos Argentinos
Lograr un ascenso en un club neuquino tal vez haya sido una deuda pendiente para Mario Sepúlveda. Sin embargo, lo compensó con un dato indeleble: fue el único que estuvo en las únicas dos conquistas que Neuquén tuvo en el Campeonato Argentino de Básquet. Como juvenil, integró el plantel del equipo que sorprendió a Capital Federal (74-72) en el Cenard en 1995; y en un rol protagónico, repitió la hazaña cuando Neuquén le ganó la final a Santa Fe (95-81) en la edición del 2017, disputada en el estadio Ruca Che de la capital provincial.
Los 18 clubes que tuvieron a Mario Sepúlveda
A lo largo de su carrera profesional, Mario Sepúlveda vistió 18 camisetas. Empezó en Pacífico, cruzó la vereda a Independiente y después se mudó a Deportivo Roca. Luego empezó una recorrida que incluyó Obras Sanitarias, La Unión de Colón, Quimsa de Santiago del Estero, El Nacional-Monte Hermoso, Olímpico de La Banda, Unión de Sunchales, Quilmes de Mar del Plata, Ciudad de Bragado, Hispano Americano y San Jorge de Santa Fe.
De nuevo en la zona, vistió los colores de los dos equipos de Plaza Huincul, Pérfora y Petrolero. Volvió a pisar tierra rionegrina para jugar en Unión Alem Progresista de Allen y un puñado de partidos en Del Progreso de Roca. En varios recesos jugó para Centro Español y ahí nació una sociedad inquebrantable. Por eso el adiós es en El Templo.
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