Weretilneck se desentiende de la crisis de los colectivos
La quita de subsidios nacionales no será compensada por la Provincia, ni siquiera de manera parcial. El gobernador dijo que se trata de un problema municipal. Bariloche es la que más fondos recibe.
El gobernador Alberto Weretilneck aseguró ayer que no habrá salvataje provincial para el transporte urbano en las ciudades de Río Negro. En muchos sitios, el servicio se tornaría inviable a partir de enero próximo, cuando caigan los subsidios que hoy aporta el gobierno nacional.
Weretilneck dijo que la única salida es que el municipio y la concesionaria MiBus se aboquen a redefinir el contrato y estudien posibles cambios en los recorridos, frecuencias y el esquema tarifario.
La sugerencia de Weretilneck entró en colisión con otra deslizada en la víspera por el intendente Gustavo Gennuso, que propició un salida “con aportes de la provincia” para suplir el recorte del subsidio nacional.
Weretilneck insistió en que “la provincia no puede hacerse cargo” de cubrir el desfase, que para el año que viene, en el caso de Bariloche, superaría los 150 millones de pesos.
“Lo que dice el manual del buen funcionario para estos casos es renegociar el contrato con la empresa”, remarcó el gobernador.
Según señalaron desde el municipio, la desaparición de los subsidios obligaría a llevar el boleto mínimo a 47 pesos. Hoy cuesta 19 y en la revisión tarifaria en marcha la empresa quiere aumentarlo a 26.
Los funcionarios admiten que con un boleto que cueste más de un dólar la gente dejaría de viajar y el sistema “se cae”.
La declaración de Gennuso sobre una eventual ayuda provincial volvieron las miradas sobre el gobernador, que no dejó margen a la negociación y dio a entender que los municipios deben arreglarse solos. El mensaje no fue sólo para Bariloche sino para Cipolletti, Roca, Viedma y todas las localidades que tienen concesiones de transporte.
La revisión del sistema de transporte local podría poner en riesgo la gratuidad del boleto estudiantil que abarca los niveles primario, secundario y universitario y es una exclusividad de Bariloche.
Gennuso dijo que si de él depende no habrá cambio alguno en ese punto.
El concejal oficialista Gerardo Ávila aseguró ayer que ante el nuevo escenario buscará reflotar su proyecto para crear un fondo compensador destinado a abaratar el boleto, que nunca prosperó por desacuerdos con el intendente.
La idea era tomar recursos del estacionamiento medido, una tasa especial y las multas de tránsito, entre otras fuentes.
“Habrá que buscar alternativas porque el problema es muy serio
–dijo Ávila–. Hoy no hay herramientas para compensar. Con el proyecto en el que pensamos se podían haber recaudado 20 ó 30 millones anuales en el mejor de los casos, pero no se pueden crear cargas tributarias desmesuradas para sostener el transporte. Se viene un año difícil”.
A su juicio, el gobierno municipal debería que evaluar opciones y tomar alguna decisión “a más tardar en noviembre”. Se quejó de la forma en que Nación planteó la desaparición del subsidio, “porque no deja tiempo para resolver”.
Dijo que Río Negro y Bariloche son discriminados “porque no dan votos” y lo ejemplificó con el tratamiento especial que recibe la provincia Buenos Aires: “a nosotros nos tienen congelado el subsidio desde hace años, pero Buenos Aires en agosto recibió 1.900 millones de pesos por fuera de lo pautado para atender mayores costos”.
El boleto aumentaría de manera exponencial si no hay aportes extraordinarios. Y eso provocaría la caída de las ventas.
“Lo que dice el manual del buen funcionario para estos casos es renegociar el contrato con la empresa”.
El gobernador Alberto Weretilneck les pasó el problema a los intendentes.
Datos
- El boleto aumentaría de manera exponencial si no hay aportes extraordinarios. Y eso provocaría la caída de las ventas.
- “Lo que dice el manual del buen funcionario para estos casos es renegociar el contrato con la empresa”.
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