Bariloche renovará la emergencia para seguir con las compras directas
La situación excepcional en materia económica, social y de servicios vence a fin de mes. El Gobierno de Gennuso analizan los nuevos plazos.
El Centro Cívido fue desinfectado el jueves pasado, hoy cerró la dependencia de calle Moreno. Archivo
El Ejecutivo municipal de Bariloche tiene decidido extender la emergencia económica que fue dictada al comienzo de la cuarentena y vence a fin de mes, aunque todavía falta acordar el nuevo plazo y las condiciones.
Para ajustar la letra final el gobierno local espera que la Nación y la provincia definan las características que tendrá la cuarentena sanitaria a partir del próximo 28.
El jefe de Gabinete, Marcos Barberis, dijo que están “en plena evaluación” y esperan reunirse en breve con los concejales para darle forma a la renovación de la emergencia, que ya estaría asegurada.
Dijo que puede influir lo que suceda a nivel nacional, en especial “lo relacionado con la actividad turística”. Sin embargo la idea general es que el municipio no puede desentenderse por ahora del paraguas que le otorga la emergencia para -entre otras cosas- “agilizar” las compras directas y y contrataciones sin licitación.
También se valió de la ordenanza de excepción para adecuar turnos y tareas del personal de acuerdo a los requerimientos operativos, sin depender del Estatuto del trabajador municipal.
Las compras directas sirvieron, por ejemplo, para multiplicar los programas alimentarios, que cuadruplicaron lo previsto en el presupuesto anual.
“No está definida todavía la continuidad de la emergencia porque todo va a enganchado de la emergencia nacional y provincial”, dijo Barberis. Aunque dio por descontado que la vuelta a la normalidad es impensable por ahora, dado que la Nación aprobó la suya por un año.
El municipio también hubiera pretendido un lapso más extendido pero sólo dispuso una emergencia de 90 días, para conseguir los votos de la oposición.
La ordenanza que dictó la emergencia “económica, social y de servicios” fue aprobada por unanimidad el pasado 26 de marzo y autoriza al intendente Gennuso a tomar medidas “rápidas, eficaces y urgentes” para enfrentar la crisis, entre ellas la realizción de compras directas, la firma de convenios y la convocatoria a convocar al personal del municipio para realizar tareas no previstas.
La ordenanza también creó una “comisión de seguimiento”, con representantes del Ejecutivo, el Tribunal de Contralor y todos los bloques del Concejo, que debía reunirse una vez por semana.
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