Bariloche: qué buscan los que se anotan en el Servicio Cívico
Arrancaron las inscripciones en Gendarmería. “Nos colapsó el escuadrón”, dijeron en la sede. Jóvenes que no terminaron el secundario y sueñan con un empleo, el perfil de los que fueron.
“Hoy, ya desde temprano, nos colapsó el escuadrón. Había muchos chicos esperando anotarse”, explicaron ayer en la sede de Gendamería en Bariloche. El primer día de inscripción para el Servicio Cívico Voluntario superó las expectativas.
La ola de consultas tras el anuncio de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lo había anticipado, pero no con la magnitud con que aconteció.
Ni el frío helado tras una copiosa nevada impidió el movimiento incesante de jóvenes en el Escuadrón 34 de la calle Fagnano.
“¿Vienen por la inscripción?”, preguntaba una subalférez en la puerta del edificio que será una de las sedes del Servicio Cívico Voluntario. “Pasen por acá”, invitaba a una madre y a su hija. (Ver recuadro).
Sé que no pagan por participar pero vengo a informarme un poco más y a anotarme. No tengo el secundario, creo que no lo piden
Orlando, 19 años, del barrio 200 Viviendas.
La inscripción tomaba apenas unos pocos minutos. Los jóvenes entraban y salían constantemente. Pero no sólo concurrieron chicos de entre 16 a 20 años. “Tengo 25 años y estoy terminando el secundario. Quiero entrar a la fuerza pero mientras tanto, ¿podría anotarme en el servicio cívico?”, consultó en la puerta una mujer que también fue invitada a ingresar al escuadrón.
María, de 20 años, salió temprano de Comallo para llegar. “La ruta estaba medio fea. Vinimos despacito y tardamos una hora y media. Me enteré de esto por medio de mi hermana que es policía”, admitió la joven que ya terminó el secundario y reconoció “no haberse entusiasmado con nada hasta ahora”.
En un momento, Orlando, de 19 años, salió del escuadrón corriendo hacia su auto estacionado sobre Fagnano. Había olvidado la fotocopia de su DNI. “¿Por qué estoy acá? No tengo trabajo y esto se ve como una buena oportunidad”, dijo.
Necesito experiencia laboral y me copó la idea. Dejé la secundaria en segundo año. El curso me lo sugirió una amiga
Romina, de 19 años .
Al igual que muchos otros jóvenes tomó conocimiento de l propuesta a través de Facebook.
“Sé que no pagan por participar pero vengo a informarme un poco más y a anotarme. No tengo el secundario, creo que no lo piden”, planteó el muchacho del barrio 120 Viviendas.
También mujeres se inscribieron. Romina, de 19 años, fue junto a una amiga . “Necesito experiencia laboral y me copó la idea”, señaló a “Río Negro”. Admitió que dejó la secundaria cuando estaba en segundo año. “Este curso me lo recomendó la mamá de una amiga y la verdad es que me gustó mucho el contenido, en especial lo de RCP”, continuó Romina.
Brian, de 20 años, concurrió a la inscripción con su primo. “Yo estaba interesado en entrar a la Gendarmería pero me quedan materias adeudadas del secundario y las estoy preparando. Creo que la orientación en montaña que tiene este curso me va a servir para reforzar mi ingreso a la fuerza”, planteó.
Antes de ingresara la sede de Gendarmería en Bariloche junto a su madre, Milagros, de 19 años, reconoció: “Quiero hacer algo. Terminé el secundario el año pasado y me gustaría ser gendarme, pero creo que esto me ayudaría, espero”.
Su madre no dudó en acompañarla hasta la sede donde inscribían para anotarse en el curso que se desarrollará en 12 encuentros y se extenderá de septiembre a diciembre.
“No quiero que trabaje, quiero que estudie. No quiero que sea empleada doméstica como yo”, enfatizó la mujer.
Cerca de ellas, otros jóvenes formaban una hilera para ingresar.
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