Bariloche no logra bajar los casos activos de coronavirus
El 60% de los contagios de Río Negro corresponde a la ciudad cordillerana. El pico fue el martes y aunque hacia el final de la semana el número se amesetó, aún no se ven las consecuencias de las restricciones para la circulación.
“Pegamos el volantazo en el momento justo”, reconoció el director del hospital Ramón Carrillo Leonardo Gil, en alusión a las medidas restrictivas que impuso el gobierno provincial en Bariloche y Dina Huapi, en principio, por 15 días.
Sólo en el mes de abril, la ciudad cordillerana confirmó 3.283 contagios. Y hasta ayer, se registraban 1.837 casos activos, de un total de 3.151 en la provincia de Río Negro. Ayer el parte de Salud indicó 86 nuevos contagios en Bariloche.
Semanas atrás, la tasa de positividad de los hisopados -que pasó del 30% al 60%- en Bariloche comenzó a generar alarma. Los números fueron cada vez más escalofriantes. La demanda en el consultorio de respiratorios aumentó estrepitosamente y las 100 consultas diarias escalaron a 300, con larguísimas colas en el ingreso del hospital público por calle Moreno y, guardias atestadas de gente en los privados.
Pero, además, por cinco días consecutivos, Bariloche no tuvo camas de terapia intensiva ni en el sector público ni en el privado. La falta de disponibilidad también se sintió en las salas de cuidados intermedios.
Si bien durante toda la pandemia, Bariloche promedió el 80% de ocupación, alcanzando por momentos el 100%, nunca se sostuvo la ocupación plena durante tantos días.
Esta situación motivó una reorganización de salas en el hospital público que contempló incluso el traslado de Maternidad a otro sector. Con el refuerzo de nueve enfermeros de otros puntos de la provincia aspiran a ampliar 15 camas más en el sector privado ya que disponen de más espacio físico.
Pero además, este sábado se liberaron dos camas en el Hospital Privado Regional (HPR) y una en el sanatorio San Carlos y cuatro en UCI.
El martes pasado fue el día de más contagios en la ciudad desde el inicio de la pandemia, con 271 confirmaciones. Las jornadas siguientes oscilaron entre los 151, 176 y 106 casos. Gil aseguró que el jueves y viernes últimos, “tanto en el hospital como en los privados, bajó la consulta en el consultorio de respiratorios. En el AMBA también se aplanó un poco”. El médico barilochense se mostró esperanzado con las recientes medidas restrictivas para frenar la curva.
Este viernes pasado fue el día que más muertes se registraron por Covid-19 en Bariloche, con siete víctimas fatales. Desde el inicio de la pandemia, la ciudad suma 285 fallecimientos (incluida una mujer que murió ayer).
Hasta hace un mes, la edad promedio de las víctimas fatales era de 74 años. Ahora las personas internadas con alto riesgo de morbilidad tienen entre 54 y 56 años.
“¿A qué se debe? Es difícil saberlo pero hay dos teorías. Una que tiene que ver con que la población adulta ya está vacunada. Por otro lado, que las nuevas cepas afectan a la gente más joven”, dijo Gil.
Con el incremento de contagios, también aumentó el número de personal médico infectado. Muchos de ellos están en condiciones de recibir el alta en estos días. “Terapistas no hay en general en Argentina y más aún con estos números que estamos manejando. Se arman equipos de trabajo, con enfermeros, kinesiólogos, anestesistas, mucamas. Los médicos clínicos y cardiólogos tienen manejo de terapia y también están acompañando a los equipos de trabajo”, sostuvo Gil.
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