Bariloche irradia la sangre para transfusiones seguras

Bariloche comenzó a realizar el procedimiento de irradiación de la sangre a través de un acelerador lineal, para prevenir una enfermedad llamada “injerto versus huésped”, vinculada a las transfusiones sanguíneas.

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Al momento, la Fundación Intecnus ya ha realizado tres procedimientos a requerimiento del hospital Ramón Carrillo. En estos casos, la sangre estaba destinada a un bebé y a dos pacientes pediátricos con leucemia.

La enfermedad “injerto versus huésped” se produce cuando los linfocitos T de un donante -los que ayudan a proteger de las infecciones- se multiplican en el receptor, atacando sus órganos.

“Una vez que se desarrolla la enfermedad, ataca la piel, el tubo digestivo y el hígado principalmente. Hace una falla de órganos”, detalló Julieta Pasquali, jefa del Banco de Sangre de la Fundación Intecnus.

Esta afección es muy poco frecuente y solo afecta a una población especial de pacientes, pero una vez que se desata, tiene una mortalidad del 90%. Por eso, es importante la prevención.

Pasquali señaló que “la irradiación de los componentes sanguíneos inhibe la capacidad de multiplicación de estos linfocitos T; de modo que cuando el receptor recibe la sangre, los linfocitos T no se pueden multiplicar y no pueden desarrollar una reacción inmunológica”.

La Fundación Intecnus arrancó este trabajo a comienzos del 2020. La primera irradiación se hizo en el Servicio de Radioterapia.

En mayo de este año, se habilitó el Servicio de Hematología y Hemoterapia de la fundación “para generar una unidad completa e integral con el Servicio de Radioterapia y complementar los servicios de Quirófano e Internación”.

Este procedimiento “se usa en pacientes muy específicos. Bariloche es un lugar ideal para llevarlo a cabo porque recibe casos de complejidad de toda la región”, puntualizó Pasquali.

La irradiación de los hemocomponentes siempre es indicado por el médico tratante.

Los pacientes más expuestos a esta enfermedad padecen inmunodeficiencia congénita o linfoma de Hodgkin o, cursan un trasplante de médula ósea. También se requiere ante una transfusión intrauterina (cuando se transfunde al feto), para bebés recién nacidos -que pesan menos de 1200 gramos- y, en aquellos casos en que se usa sangre de donantes relacionados genéticamente (aunque, por lo general, esto trata de evitarse).

¿Qué componentes se irradian? Pasquali detalló que “todos aquellos que tienen células, como las plaquetas, los glóbulos rojos y los granulocitos. Pero no el plasma”.

Aclaró que, hasta ahora, el procedimiento no se hacía en forma estandarizada y controlada en Bariloche pero a partir de la puesta en marcha del servicio, “surgirá la necesidad”.

Pasquali aclaró que, si bien la irradiación se hace en Intecnus, se firmó un convenio con el gobierno provincial. “De modo que se irradia la sangre que sea necesaria y que provenga de cualquier institución”, dijo.

Previamente al procedimiento, la sangre debe estar compatibilizada con el paciente que será transfundido. Luego, se traslada hasta el acelerador lineal en el Centro de Radioterapia de Intecnus, se coloca en unos contenedores específicos, se irradia, se saca y se usa.

La irradiación demora media hora. “La sangre llega en unas conservadoras con bloques de hielo para mantener el frío. Lo ideal es que no pierda la temperatura. Por eso, hay que hacerlo rápido”, explicaron desde el Servicio de Radioterapia.

Detallaron que “la muestra sanguínea se coloca en un fantoma entre dos capas de arroz, para que la dosis sea más homogénea. El acelerador irradia una dosis de 25 Gy, recomendada para evitar la proliferación de células de linfocitos T”.

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