Bancos de pilas: la original forma de reciclar que encontraron en Neuquén

Se trata de un proyecto para reciclar los dispositivos usados. Lo lleva adelante la casa de venta de pilas más vieja de Neuquén. Consiste en aislarlas en botellas de plástico y cementarlas.

Un control remoto, un juguete, una linterna y varios aparatos electrónicos son algunas de las tantas cosas que necesitan pilas para funcionar. Pero una vez que éstas se agotan surge la duda: ¿cómo desecharlas?.Es que se sabe que su efecto contra el medio ambiente puede ser devastador.

Rodrigo Dominella tiene 30 años y desde antes que él naciera su familia tenía un negocio que vende exclusivamente pilas. Ese es el local del que hoy es dueño y encargado a tiempo completo.

Para alguien que vende este dispositivo, su depósito final y velar por reducir el nivel de contaminación que generan, son temas que siempre están rondando en su cabeza.

Fue así que comenzó a pensar, y también investigar, qué podía hacer con ellas una vez que ya están usadas.

Google fue un aliado estratégico para descubrir una posible solución al problema. El joven neuquino encontró que cementarlas, totalmente aisladas del agua, era una forma de reciclarlas y poder darles otro uso a uno de los desechos que más miedo genera en la sociedad.

Es que se sabe que su poder contaminante es extremadamente alto, al punto que una sola pila de reloj pulsera es capaz de contaminar el agua de una pileta olímpica.

A Rodrigo se le ocurrió hacer el banco de pilas para reciclarlas. (Florencia Salto).-

Lo importante es que la pila no tenga contacto con el agua, porque cuando el agua llega a las napas es donde contamina”, aclaró Rodrigo sobre el proceso de contaminación de las baterías y la base de su proyecto de construir bancos de plaza con “ladrillos de pilas”.

“Lo primero que se me ocurrió fue cementarlas para arreglar el cordón cuneta y la vereda, pero después estuve investigando un poquito y llegué a que poniéndolas adentro de las botellas, aislándole la polaridad, la toxicidad se frena 400 años, entonces ahí se me prendió la lamparita y dije: ‘puedo hacer un banco de cemento’, así surgió. Eso fue el año pasado y ahí empezamos a juntar”, contó sobre el proyecto que ideó y lleva a cabo él con sus propias manos.


¿Cómo es el proyecto?

Se trata de juntar botellas de gaseosa de medio litro llenas de pilas, para luego usarlas como ladrillos para bancos de plaza.

“La gente de a poquito se va copando . Ya tengo las pilas para hacer un banco, tengo que poner manos a la obra para fabricarlo”, explicó el joven.

Y agregó: “Todo lo hice yo. El molde llevó un proceso de armado, y como no tengo idea de carpintería, costó bastante”.

“La idea es que la gente se cope y no las tire a la basura, que se concientice y las ponga en una botellita”, cerró el dueño del local de pilas más viejo de Neuquén que espera poder concluir el proyecto en febrero.

Cada banco, del tamaño de los clásicos bancos de las plazas, demanda unas 400 pilas, divididas en 20 botellas de medio litro totalmente sanas y bien cerradas con su respectiva tapa.

La idea del chico que nació y se crió entre pilas es “concientizar a la gente, es hacer un banco y mostrar que algo se puede hacer con las pilas”, según él mismo destacó.

Una vez terminado, el banco quedará instalado en la vereda del local como muestra de que es posible hacer cosas para frenar la toxicidad de estos dispositivos.

Lo cierto es que si nadie recoge el guante, todo quedará, por ahora, en ese banco, ya que Rodrigo no puede seguir construyendo bancos sin tener un destino para ellos.

A quien quiera el molde yo se lo presto o lo dono, no tengo ningún problema; la idea es que vaya a escuelas o a grupos de scouts ,o si el mismo municipio lo quiere agarrar, no tengo problema, estaría buenísimo porque sería más masivo”, aseguró sobre la continuidad del proyecto que está a punto de hacerse realidad.

¿Cómo llevarlas?

•En una botella de medio litro de gaseosa o agua (de plástico rígido) juntar las pilas hasta llenarla.

•Es importante que el recipiente esté limpio, seco y sano. Los parches de cinta no sirven.

•También se puede llevarlas individualmente al local (Salta 152).


Un control remoto, un juguete, una linterna y varios aparatos electrónicos son algunas de las tantas cosas que necesitan pilas para funcionar. Pero una vez que éstas se agotan surge la duda: ¿cómo desecharlas?.Es que se sabe que su efecto contra el medio ambiente puede ser devastador.

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