Banana Republic
En el paraíso de la libertad y el comercio se suceden las marchas, la pandemia suma récords de fallecidos y contagios, la economía se desploma pero las acciones y títulos no dejan de subir.
El término que encabeza esta opinión no alude a una marca de ropa barata (fabricada en algún país asiático de bajos salarios) que la clase media argentina consume habitualmente cuando visita Miami, pero sí al concepto acuñado por la política de los EE. UU. que indica ciertos países centroamericanos inestables, dominados por una elite cleptócrata, donde el Estado beneficia a los monopolios y cuyo dinero nacional no vale nada.
La recientes elecciones en los EE. UU. muestran un grado de deterioro político, social e institucional mayúsculo, que por supuesto no hubiese sido tolerado por los grandes medios de comunicación global si se hubiese tratado de Bielorrusia, Bolivia o Venezuela.
El fiscal general del país, William Barr, en una histórica y conmocionaste decisión autorizó hace algunos días al Departamento de Justicia a lanzar una investigación sobre las acusaciones de fraude electoral masivo en todo el país, donde existan “acusaciones claras y aparentemente creíbles de irregularidades en la votación”. En los 6 estados decisivos para la victoria de Biden las diferencias con Trump no superan el 1%, aunque se ha denegado el recuento de votos por parte de las legislaturas estatales que justamente seleccionan a los electores que votan al presidente electo, dado que la elección del mismo no es directa por los ciudadanos. Se acrecientan las denuncias de sobre votos repetidos, personas que incluso han emitido el sufragio un día después del cierre del comicio, o que aparecen votando en dos estados porque tenían domicilio en ambos.
El sistema de conteo se realza a través de dos empresas de informática: Dominion Systems y ES&S, ambas investigadas por el Congreso en el 2019 por denuncias de alteración de boletas luego de emitido el voto en anteriores elecciones.
Las denuncias giran en torno a la conectividad en internet de dichas máquinas de votación, lo que puede permitir la introducción de malware (programa que ejecutan acciones no queridas) incorporando votos no emitidos por los electores. Justamente en los Estados que definieron la elección la máquinas de votación fueron las aportadas por Dominion System y las denuncias giran en torno a que se han constatado los votos del 100% y hasta 105% de los electores, es decir más aún que la cantidad de anotados.
A través del portal de inteligencia globalintelhub.com el exanalista de la Agencia Nacional de Inteligencia de los EE. UU. (NSA), Kirk Wiebe, nos dice que el sistema web utilizada en el equipamiento electoral se llama “Hammer and Scorecard” y que es tan inteligente que en realidad puede cambiar el número de votos en tiempo real basándose en informes de datos en internet.
Parte de las denuncia del exanalista de la NSA Edward Snowden que conmovieron al mundo al informar que la totalidad de los estadounidenses son espiados a través de sus computadoras y teléfonos, expresaba que el software de la NSA se infiltra en cualquier red de internet y era capaz de alterar el conteo de los votos a través de la supercomputadora Hammer y su aplicación Scorecard que piratea en los puntos de transferencia de los sistemas electorales estatales y bóvedas externas de datos.
Un tuit del hijo de Trump ha desatado una locura en el Estado profundo, el que gobierna en realidad: “desclasificar todo”, refiriéndose a las operaciones mediáticas y legales emprendidas contra su padre y la vigilancia global que realizan los organismos de inteligencia de los EE. UU.
La respuesta del exjefe de la CIA del Gobierno de Obama (John Brennan) ante la cadena CNN era que el vicepresidente debía tomar el poder, dado que en los 70 días de mandato restante Trump podía ocasionar daños al país. Mientras en el paraíso de la libertad y el comercio se suceden las manifestaciones, la pandemia eleva nuevos récords de fallecidos y contagios, la economía se desploma pero las acciones y los títulos no dejan de subir.
El Banco Central de los EE. UU. continúa emitiendo descontroladamente dólares para mantener una farsa financiera a costa de la propia moneda del país. Informes de economistas de esa institución proponen emitir dólares virtuales y transferirlos directamente a las empresas, desocupados e incluso al sistema de Wall Street.
El primer mundo, el verdadero, el que crece (me refiero a un conjunto de países de Eurasia), acelera la puesta a punto de sus monedas nacionales virtuales y un nuevo mecanismo de compensación y trasferencias bancarias globales para superar al Swift estadounidense, espantados por la debacle del dólar.
El secretario de la OTAN (la alianza atlántica militar de EE. UU.-Europa) le da una cálida bienvenida al nuevo presidente de los EE. UU., ya que Trump había manifestado que se trataba de una organización del pasado, desactualizada para la nueva realidad mundial. El nuevo presidente -con senilidad clínica acelerada- y su grupo político tienen amplia experiencia ejecutiva en bombardear países de Oriente medio y África durante sus anteriores cargos gubernamentales.
En 1954 la CIA ejecutó la operación encubierta PBSuuccess para derrocar al presidente electo democráticamente de Guatemala, de enfoque nacionalista (¿Bolivia?) e instaló una dictadura militar porque le interesaba el monopolio de las bananas para la estadounidense Unitd Fruit, a la que se oponía el derrocado.
El precio del dólar está cayendo en los últimos meses, el de la banana sube.
* Abogado, docente de la Facultad de Economía UNCo
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