Balacera en Vaca Muerta: «Te dijimos que no jodas más»
Al menos siete personas resultaron heridas en el yacimiento Sierras Blancas de Shell. Un grupo tipo comando disparó y agredió ayer a un delegado de la Uocra. Desde el sindicato niegan que exista una interna y desconocen a los agresores. Secuestraron vainas 9 mm.
El lugar del ataque es un sector donde hay tanques que contienen hidrocarburos altamente inflamables. Foto: Juan Thomes
Vaca Muerta se convirtió ayer en una escena de Mad Max, la película de acción donde caravanas de vehículos se desplazan con violencia y disparos en medio del desierto, solo que nada de lo que ocurrió fue ficción. La violencia fue brutal y no dejó víctimas fatales de milagro. Las imágenes que circularon por redes sociales muestran a seis camionetas escapando de una locación a alta velocidad por una picada y bajo una intensa balacera desatada por sus ocupantes para amedrentar cualquier intento de persecución.
Todo comenzó alrededor de las 8 cuando dos personas a bordo de una Renault Koleos llegó hasta el obrador que la empresa Electrificadora del Valle (EDVSA) tiene en el yacimiento Sierras Blancas operado por Shell en sociedad con la petrolera provincial Gas y Petróleo (GyP).
El fiscal jefe Pablo Vignaroli confirmó a “Río Negro” que tras el ataque, tipo comando, al menos siete personas resultaron con heridas, pero ninguna de gravedad. En el lugar se secuestraron vainas calibre 9 milímetros, como las que utiliza la Policía.
Los hombres se reunieron con el ingeniero encargado del lugar. Minutos después llegaron hasta el lugar seis camionetas de las que descendieron al menos 15 personas, varios de ellos encapuchados, y fueron directamente a atacar a uno de los hombres que hablaban con el encargado. Extraoficialmente fue identificado como Juan Acsama delegado de la Uocra en la zona.
La policía secuestró casquillos de bala calibre 9 milímetros. Foto: Juan Thomes
La camioneta, radicada en Centenario, en la que llegó el delegado Acsama y terminó con disparos de arma de fuego y roturas. Foto: Juan Thomes
Los disparos alcanzaron otros vehículos de la empresa contratista Edvsa. Foto: Juan Thomes
Vignaroli agregó que los atacantes se ensañaron contra la persona mientras el resto realizaba disparos al aire. “Le dijeron que no jodiera más y que ya le habían advertido. Luego lo atacaron”, dijo el fiscal. En el lugar había unos 60 obreros de la construcción. Ante lo que ocurría algunos de ellos repelieron la agresión con piedras hasta que dejaron de golpear a Acsama, quien terminó con una herida cortante en la cabeza producto de una esquirla.
En la huida los atacantes dispararon y golpearon la camioneta en la que había llegado el delegado gremial. Finalmente se subieron a las camionetas y con disparos se alejaron el lugar. No menos de 50 detonaciones se escucharon en el lugar.
La hipótesis que se investiga es un enfrentamiento por conseguir puestos laborales en una millonaria obra que Shell iniciará en su yacimiento en el segundo semestre. Se trata de una planta de procesamiento de petróleo (CPF, por sus siglas en inglés). Es un tipo de proyecto que demanda un elevado número de trabajadores en la etapa inicial de la obra civil.
En números
- 50
- disparos fueron los que se contabilizaron ayer tras la balacera en el bloque de la petrolera Shell.
- 15
- personas participaron al menos del ataque. Se movilizaban en camionetas y escaparon por una picada.
Interna sindical
El interventor de Uocra Neuquén, Víctor Carcar, aseguró, en declaraciones a este medio, que “la organización sindical no tiene nada que ver con esto”. Descartó enfáticamente que existan disputas internas en el gremio como las que se le adjudican a él y a Juan Carlos Levi. Pidió a la justicia que investigue y condene a los culpables.
Levi por su parte aseguró que, al momento del hecho, se encontraba en el yacimiento Fortín de Piedra (Tecpetrol) en una recorrida para revisar las medidas de seguridad del lugar, tras la muerte de loa dos operarios de Pecom en mayo pasado.
La organización sindical no tiene nada que ver con esto y el que fue se tiene que hacer responsable. No tenemos bandas ni internas en nuestro sindicato. Esto lo tiene que investigar la Justicia”.
Víctor Carcar, interventor de la Uocra Neuquén
Desde la Uocra nacional a través de una solicitada descartaron que el grupo que actuó tenga participación orgánica en el sindicato, desmintió una interna y calificó de “violentos” y “marginales” a los atacantes.
El comisario Luis Arango, a cargo de la investigación, confirmó que días atrás un grupo de desocupados reclamó en las puertas del yacimiento. Dijo no tener elementos para vincular ambos hechos, pero reconoció que la protesta se levantó ante la convocatoria a una reunión con la empresa EDVSA.
El mismo grupo rechazó tiempo atrás una medida, también por puestos de empleo, en un yacimiento cercano de otra petrolera.
Las empresas
Tanto Shell como EDVSA publicaron comunicados para informar de la situación y anticiparon que pondrán a disposición de la Justicia todos los elementos con los que cuenten a disposición.
“En la mañana de hoy se registró un hecho de violencia en el área de Sierras Blancas contra el personal de una empresa contratista, fuera de la zona de proceso”, expresaron desde Shell.
Desde el gobierno provincial no se refirieron a los hechos violentos ocurridos en uno de los yacimientos de Vaca Muerta.
Uno de los principales interrogantes tiene que ver con el ingreso de personas armadas a un yacimiento que cuenta, como la mayoría, con seguridad privada en sus accesos. Estas operaciones, en medio del campo, tiene puntos de ingreso con puestos de control, pero también están expuestos a decenas de picadas internas que permiten saltear cualquier proceso de requisa para llegar hasta una locación.
Por regla los agentes de seguridad privada de los yacimientos no portan armas.
Desde la fiscalía no quisieron anticipar las próximas medidas a seguir, pero confirmaron que solicitarán las cámaras de seguridad del lugar para tratar de constar nuevos elementos para una investigación, que aseguraron, será larga.
Los violentos enfrentamientos de la UOCRA no son una novedad en la zona. Sin embargo, hubo algunos que resultaron emblemáticos, como el del 9 de mayo del 2014, cuando fue asesinado de 20 disparos José “Necho” Monsalve en el centro de la ciudad de Neuquén, a plena luz del día y en medio de una feroz interna.
Otro de los puntos más violentos fue el intento de toma de la sede de la calle Alderete. A finales de febrero del 2016 y en medio de la madrugada, se enfrentaron a tiros y la policía logró controlar la situación recién una hora después.
Más cerca en el tiempo se recuerdan los violentos enfrentamientos entre los sectores que respondían a Juan Carlos Levi y Juan “Rancho” Godoy por conseguir participación en la bolsa de trabajo en el yacimiento Fortín de Piedra (Tecpetrol).
Esta escena se repitió mientras el actual interventor y exsecretario general, Víctor Carcar, estuvo prófugo de la justicia y luego detenido. Finalmente recuperó la libertad por un fallo de la Corte Suprema que anuló la condena en su contra y de otros implicados en la causa Arbos.
Los hechos registrados ayer fueron desmentidos como parte una interna y se adjudicaron a grupos violentos sin participación orgánica. El gremio no afilia personal desde su intervención en 2018.
La violencia registrada ayer en el yacimiento Sierras Blancas es de una gravedad casi obscena. Los agresores escaparon en una nube envueltos de polvo y disparos al aire. Todo ante la vista de trabajadores de otros sectores que comenzaban su jornada laboral. La impunidad con la que desplegaron su accionar y el método utilizado derriba cualquier teoría que intenta representarlos como un grupo de díscolos. No están claros cuáles son los vínculos internos de este caso, pero sí se conoce el modus operandi utilizado: correr con violencia a un sector para ganar territorialidad e imponer la tropa. Los millones que mueve esta industria empujan en idéntica escala la codicia expresada.
La escalada de violencia de este sector, ante la ausencia de Víctor Carcar, fue tal que obligó al gobierno provincial a realizar gestiones con la conducción nacional de Uocra para serenar los ánimos y dar señales a los inversores de que en Neuquén se puede operar.
Por más que se oculte a los protagonistas de ayer, nadie con algún grado de sensatez puede pensar que la justicia y el gobierno desconocen estas prácticas y sus actores. Por omisión o impericia, estas situaciones suman un elevado nivel de desconfianza que terminan por conspirar contra el objetivo último, tanto de Nación como de Provincia, de desarrollar Vaca Muerta.
Muchas veces se pretendió de la Uocra la disciplina que ejercita el sindicato dirigido por Guillermo Pereyra. Sin embargo, la unidad armada alrededor del MPN que tiene Petroleros, no logra hacer pie entre los obreros de la construcción.
*Federico Aríngoli
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