Vacaciones de invierno: el impresionante show de las ballenas en Puerto Madryn
Los cetáceos llegaron al Golfo Nuevo. En 2020, por la pandemia, no pudieron realizarse avistajes embarcados. Por eso este año la ciudad vive el regreso de los paseos con un clima de fiesta. También pueden disfrutarse desde la costa.
Nunca, desde que arrancó con el avistaje embarcado, Puerto Madryn frenó el lanzamiento de sus paseos. Incluso cuando las cenizas del volcán chileno Puyehue afectaron a toda la zona y paralizaron la actividad aérea.
Pero el año pasado fue distinto. Porque la pandemia impidió el turismo. Por eso, tras un año en el que los avistamientos de fauna marina estuvieron en pausa, la ciudad vive un clima de fiesta.
“¡Se abrió la temporada, arrancamos!” repiten con entusiasmo los comerciantes y prestadores. Y la emoción contenida es casi más llamativa que las colas de las ballenas francas que llegaron al Golfo Nuevo, y recortan sus enormes siluetas en las playas del centro.
“Durante el verano tuvimos visitantes, pero no es lo mismo. Se notó la parálisis. Es que las operadoras de turismo, los hoteles, los guías y los residentes encuentran en el avistaje de ballenas y en el calendario de fauna sus mayores ingresos. Por eso, este año el lanzamiento fue muy especial” remarcaron desde el área de turismo local.
Y, en la ciudad, esa “mística” que encendió la posibilidad de volver al ruedo es muy notoria. “¿Vienen para el avistaje? ¡Ya estamos en marcha y llegaron muchas ballenas, así que bienvenidos” repiten desde los taxistas hasta los mozos o los vendedores, que se deshacen en atenciones para los que arriban, después “de un año difícil para todos”
A ese clima de profunda alegría, que se palpa entre los residentes, se suma el guiño de la naturaleza, que está mostrando su mejor cara.
El día del lanzamiento oficial, que fue el viernes último, el viento no acompañó y tuvieron que suspenderse los paseos embarcados. Pero fue momentáneo, porque a partir de allí se instalaron temperaturas benignas. Por eso, tanto el avistaje costero como el que se realiza a bordo de embarcaciones se vieron beneficiados, porque el público se volcó a gozar del sol y de la fauna.
La principal noticia es que las ballenas están más numerosas y activas que nunca. Recientemente ingresaron al Golfo Nuevo para reproducirse, así que es posible detectar desde grupos de cópula (se identifican porque varios machos rodean a una hembra, buscando aparearse) hasta madres con sus crías o ejemplares solitarios.
Verlas desde una embarcación tiene la magia de navegar en su hábitat. Y el de tenerlas bien cerca. Pero desde la costa también se disfrutan. Sobre todo en playas como El Doradillo, que está a corta distancia del centro. Y, por su profundidad, genera postales para el asombro, porque los cetáceos se muestran a metros de la orilla. Tomar mate escuchando la respiración de esos gigantes, que emergen y se zambullen con total libertad, es maravilloso.
Con respecto a los paseos, que parten de Península Valdés ( a 100 km de Puerto Madryn), hasta el 31 de agosto saldrán $5220 para mayores y $2530 para menores. Un monto para tener en cuenta y aprovechar en las vacaciones de invierno, porque del 1/9 hasta el 15/12 será mayor, y pasará, en el caso de los adultos, a $7850.
Otro excelente dato es que se activaron los vuelos directos desde Buenos Aires, que se habían suspendido años atrás. Desde la semana que viene, habrá dos frecuencias semanales, que llegarán los jueves y los domingos. Otro aliciente para los que estén planificando una escapada invernal, y sueñen con disfrutar de los avistajes.
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