Atrás Hay Truenos trae su tormenta eléctrica a Roca

Una vez, ahí atrás, hubo truenos. La tormenta perfecta de una tarde neuquina le dio, de casualidad, el nombre a una de las bandas más originales del rock local primero de la escena indie porteña después: Atrás Hay Truenos.

Formados muy cerca del río Limay, en el barrio Jardines del Rey y placitas cercanas, Atrás Hay Truenos se instaló en Buenos Aires hace una década para darle forma a un sonido que oscila entre guitarras psicodélicas y sintetizadores electro pop.

Atrás Hay Truenos tuvo una forma muy particular de trasladarse a la Capital: se deconstruyó. De a uno se fueron mudando con la idea de hacer música hasta que por fin llegó el último de ellos. Se reconstruyeron. Durante ese tiempo, un año dice Roberto Aleandri, guitarrista, voz, compositor de Atrás Hay Truenos, la banda se completaba con músicos ocasionales, amigos que quisieran tocar, tocaron. Así, hasta que Ignacio Mases, también guitarrista, se instaló allá con ellos y volvieron a ser los cuatro que eran antes, los cuatro que son ahora. Esta noche, Atrás hay Truenos sonará en Roca dos años después de su primera visita. Seguirán presentando “Bronce” (2016), el por ahora y hasta no dentro de mucho tiempo más, último disco.

Mientras siguen tocando “Bronce”, el tercer disco del grupo, ya está listo “Bronx”, un disco de versiones alternativas y remezclas de las canciones de “Bronce”, construidas sobre grabaciones descartadas, reutilización de samples originales y nuevos arreglos adicionales. En diciembre pasado, subieron a las plataformas de streaming “Interminable”, el primer adelanto de “Bronx”. Este mes subirán el segundo y en marzo publicarán el disco completo.

“Trabajamos todo el año en ‘Bronx’, un disco de remezclas y reversiones de Bronce, versiones alternativas y remezclas”, cuenta Roberto Aleandri. “La idea surgió mientras grabábamos el disco, hicimos muchas versiones de cada una de las canciones durante el proceso, instrumentaciones diferentes, letras modificadas, se juntó mucho material que estaba bueno, pero que no quedó en el disco y creíamos que tenían el mismo valor que lo que quedó y nos dijimos que, cuando termináramos ‘Bronce’, íbamos a hacer otro disco con todo ese material”.

Si bien “Bronx” surgió durante la grabación de “Bronce”, la idea de hacer dos discos simultáneos estaba desde antes. “La unión entre los dos discos es directa porque las canciones, los sonidos, las letras… están muy ligados. Van juntos. Al mismo tiempo, trabajamos para que Bronx tenga su propia impronta, su identidad, que funcione también por nsu lado. Eso se logró con los arreglos adicionales a lo que había sido grabado y descartado para ‘Bronce’”, recuerda el guitarrista

“Bronce” marca un cambio radical en la sonoridad de Atrás Hay Truenos, una banda que surgió como instrumental y que encontró, acaso de casualidad, su voz. “Les mostré unas canciones mías con letras y con voz, a los chicos les encantaron y así se dio de empezar a cantar. Yo no cantaba ni en un fogón (risas)”, reconoce Aleandri.

Volviendo a “Bronce”, dice: “Es un disco muy sónico. Incluimos sintetizadores como partes fundamentales del armado de las canciones, no sólo como arreglos. Y eso nos dio una sonoridad nueva. De todos modos no lo siento como despegado de nuestros otros discos. Nosotros empezamos siendo una banda instrumental, nuestra música siempre pasó por pasajes sonoros, por los ambientes que se generaban con las guitarras que llegaban a simular sintetizadores, formando capas de sonido. La sonoridad del comienzo es quizás más rockera y acá no hay casi distorsión”.

En vivo la cosa se da vuelta, ya no es la banda ajustada a la instrumentación del estudio. La ingeniería de consola le deja su lugar la interpretación más cruda del vivo. Pero es algo que no siempre fue así: “Un día sacamos los samples y nos gustó mucho, con las canciones más al frente sin respetar el arreglo y la forma sonora. En vivo vamos sin los sintes, esos arreglos pasan a las guitarras”, destaca el autor de casi todas las canciones de Atrás Hay Truenos.

Sobre el modo de trabajar las canciones, cuenta Aleandri que la experiencia en el estudio durante la grabación de “Bronce” los cambió por completo: “Hubo muchas horas de grabación y de estudio. Empezamos a cambiar las estructuras de las canciones. Ahora estamos trabajando el material nuevo grabando, viendo las partes, armando maquetas de las canciones. Antes era más sala de ensayo la cosa”.

Lo que tenés que saber

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