Atraparon a paramilitar colombiano acusado de matar a 450 personas 22-6-03

BOGOTA (Reuters).- El ejército de Colombia capturó ayer a un jefe de los paramilitares de ultraderecha, acusado de haber asesinado a unas 450 personas en una región petrolera del norte del país, donde operan las también ilegales guerrillas izquierdistas, informaron las autoridades El paramilitar, identificado como Said Sepúlveda, comandaba el frente de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) -que agrupa a por lo menos 10.000 paramilitares- cuyas operaciones se centran en Barrancabermeja, situada a unos 300 kilómetros de Bogotá, en el departamento de Santander La detención de Sepúlveda, conocido con el alias de "Wolman" u "Oscar" y quien tenía a su mando a unos 200 combatientes, ocurrió después de seis meses de intenso seguimiento por parte del ejército. "Fue un trabajo muy dispendioso El hombre tiene cinco órdenes de captura, se desempeña como cabecilla de las Autodefensas en Barrancabermeja Este individuo está a órdenes de la fiscalía, está siendo investigado", dijo el general Jairo Dubán Pineda, jefe de la quinta brigada del ejército En Barrancabermeja, donde está situada la mayor refinería de petróleo del país, combaten los escuadrones paramilitares y sus acérrimos enemigos de las principales guerrillas colombianas, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) El crudo es el principal generador de divisas de esta nación de más de 40 millones de habitantes, que desde hace casi cuatro décadas sufre una guerra entre paramilitares, guerrilleros y las fuerzas de seguridad del estado que causa la muerte a unas 3.500 personas al año Según el ejército, Sepúlveda, uno de los paramilitares más sanguinarios, era el hombre de confianza de "Julián", el máximo jefe del Bloque Central Bolívar (BCB), que con unos 5.500 combatientes es la segunda organización paramilitar mayor del país. El BCB, con fuerte presencia en el norte y el suroeste de Colombia, entregó recientemente a 40 menores de edad que integraban sus filas, lo que el gobierno de Alvaro Uribe calificó como un gesto de buena voluntad de este grupo, previo al inicio de negociaciones formales que conduzcan a un proceso de paz.