Así está el cráter de Autovía Norte que se abrió la semana pasada en Neuquén

Desde el martes la rama que conecta la ruta 7 y la Autovía Norte está bloqueada al tránsito.  Hoy no desprende olor a agua servida.

El socavón en un derivador que une el acceso a la Autovía Norte y la ruta 7, permanece como un enorme cráter de cinco metros de profundidad. El sitio está bloqueado para la circulación del  tránsito. Ayer no hubo trabajos en la zona.

Como prueba que ese sector antes era parte del camino hay un tramo del guardarrail que cuelga sobre un pozo de más de cinco metros de profundidad. Sus bases todavía conservan manchones de tierra.  Son rastros de ese terreno que el martes se socavó desde abajo y que provocó que cediera el asfalto.

El camino es un derivador hacia la Autovía Norte para los que circulan en sentido Centenario-Neuquén. Con cartelería y ordenadores está bloqueado, y la vía alternativa es dirigirse por Conquistadores del Desierto.    

El pozo quedó al descubierto, después que  un conductor y su acompañante a bordo de un VW Gol quedaran incrustados con su auto en el terreno.  

Pero el pozo que en ese entonces mantuvo atrapado al coche con el paso de las horas multiplicó su tamaño. Hoy alrededor de siete metros separan un lado y otro del derivador.

Hace una semana atrás era difícil imaginar que esa rama que se desviaba a pocos metros de la ruta 7 estuviera dividido en dos partes por un enorme agujero.

Desde Vialidad Nacional informaron que una vez que el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) termine de trabajar en el sector, las tareas de reparación demorarán por lo menos una semana.   

A escasos metros hay otro pozo sobre el costado de la ruta 7 por donde se ve un caño azulado descubierto.  

Apenas se socavó el terreno, el primer indicio que se produjo por la rotura de un caño cloacal fue que del sitio se desprendía un olor  nauseabundo.  A diferencia  de ese momento,  ahora  no se huele a agua servida por lo que se intuye que se frenó la pérdida. Además no hay indicios de humedad de un posible drenaje.

A horas de la erosión subterránea del martes, el EPAS confirmó que  hubo una rotura de una cañería de impulsión cloacal de 200 PVC que transporta los efluentes desde el pozo Cañadón de las Cabras. El organismo se excuso que advirtió de ese traza cloacal  a Vialidad Nacional «a fin de que se tomen todas las medidas necesarias durante el desarrollo de la obra”.

Desde el ente provincial explicaron que el sitio de la rotura era de muy difícil acceso ya que estaba bajo una alcantarilla de hormigón de gran envergadura.  

Entendidos en la materia señalaron que el caño no estaba encamisado.  

La obra de la rama que conecta con la Autovía Norte lo hizo la UTE de Luciano SA y CN Sapag, y se inauguró a fines de 2017. Personal de la entidad  indicó que el colector cloacal tiene más de 20 años y que el encargado de su relevamiento  y de preveer lo que ocurrió era el EPAS.

Automovilistas que circulan frecuentemente por ruta 7 advirtieron que exactamente a  la misma altura  de donde cedió el asfalto,  a lo largo de este año aparecieron pozos y  que paulatinamente se resquebraja el medio del carril en el lado de la ruta que va hacia Neuquén.


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