Así empezó EE.UU. la transición presidencial en imágenes
Así empezó EE.UU. la transición presidencial en imágenes
Así empezó EE.UU. la transición presidencial en imágenes
Cómo se recuperan los demócratas tras la derrota. Las expectativas ante los nuevos movimientos de Trump.
Cómo se recuperan los demócratas tras la derrota. Las expectativas ante los nuevos movimientos de Trump.
EE.UU. pone ahora los ojos en la unidad y la transición al nuevo gobierno.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la derrotada candidata Hillary Clinton han formulado urgentes llamados a la unidad nacional, en un esfuerzo por garantizar una transición tranquila a la nueva administración encabezada por el republicano Donald Trump.
El mandatario saliente recordó que cuando él mismo llegó a la Casa Blanca, en 2008, tenía profundas diferencias con el entonces presidente George W. Bush. “Pero el equipo del presidente Bush no podía haber sido más profesional y más gentil en garantizar que haya una transición tranquila (…). He dado instrucciones a mi equipo de seguir el ejemplo que el presidente Bush estableció hace ocho años”, dijo Obama.
“No es mi presidente”.
Este fue el mensaje que en las últimas horas miles de norteamericanos expresaron después del triunfo electoral de Trump.
Ocurrió en Nueva York ésto y también en California, Filadelfia, Seattle, Chicago, Oakland, Washington y Boston.
Quemaron banderas y piñatas con la cara del presidente electo.
Pasada la resaca de la espectacular victoria de Trump, las atenciones del país se centra ahora en la necesidad del nuevo presidente de formar su equipo de gobierno para comenzar a trabajar a partir del 20 de enero, cuando será la transmisión de mando.
El ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gringrich es uno de los nombres que se manejan para asumir el departamento de Estado, así como el legislador Bob Corker, presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
El senador Jeff Sessions, integrante de la comisión de las Fuerzas Armadas en esa cámara, es un nombre mencionado como posible secretario de Defensa.
Algunos pesos pesados de la política estadounidense que durante la campaña apoyaron incondicionalmente a Trump -como el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani y el alcalde de Nueva Jersey Chris Christie- también deberán aportar su cuota de poder.
En el área económica, analistas mencionan al banquero Carl Icahn como un nombre a tener en cuenta, así como Steve Mnuchin, ex alto funcionario de Goldman Sachs.
“Esto es doloroso y lo será por un largo tiempo”.
Afónica y afectada, Hillary Clinton repite a sus simpatizantes y entorno íntimo.
Ella y su marido han empezado a vivir el fin de la era de una de las parejas políticas más emblemáticas de EE.UU.
Por su parte, Donald Trump insiste en que “seré el presidente de todos los estadounidenses”.
“Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país ya no serán olvidados”, repite como un mantra, en referencia a su principal apoyo: el voto rural y obrero blanco.
Además de la conquista de la Casa Blanca, los republicanos tienen otros motivos para festejar.
El partido mantuvo el control de las dos cámaras del Congreso, un detalle que garantiza a Trump una administración sin mayores tropiezos ni la necesidad de negociar constantemente con el partido demócrata.
Además, Trump tendrá en sus manos la nominación del juez faltante en la Corte Suprema, una decisión que garantizará una mayoría de corte conservador en la máxima instancia judicial del país.
Así se vive, entonces, el inicio de la transición presidencial.
Los republicanos, sorprendidos y expectantes a cómo se organiza su líder. Los demócratas, por su parte, intentando superar el estado de shock.
“Ayer a la mañana (miércoles 9 de noviembre), al despertar, tuve la misma sensación que el día después del 11-S”, testimonió Nanette, de 55 años, con relación a los atentados de septiembre del 2001 que cambiaron la historia de Estados Unidos y del mundo. Ella vive en Nueva York y bien representa el ánimo de quienes apostaban por un triunfo de Clinton.
Lo cierto es que para ella y el resto de su país y el mundo Donald Trump -promotor inmobiliario, luego estrella de reality show y, por último, exitoso outside- fue coronado por la voluntad popular con el máximo galardón: la presidencia del país. Su candidatura no era un chiste.
Agencias
Comentarios