Asambleas socioambientales advierten los riesgos de la microcentral de Nahueve
Lo señalaron en un escrito firmado por nueve asociaciones ambientales. Adelantaron que planean presentar un recurso de amparo para que se detenga la obra en el norte neuquino.
Las asambleas socioambientales de la provincia de Neuquén expresaron su rechazo al proyecto de la microcentral del río Nahueve y manifestaron su intención de presentar un recurso de amparo para que se detenga la obra. Aseguraron que generará daños ambientales en la zona y sostuvieron que no brindará puestos de trabajo para la gente del lugar, como se había prometido
Indicaron que desde hace un tiempo ya las Asambleas del Agua del Norte Neuquino venían denunciando el proyecto y «desmintiendo tales promesas (en referencia a los puestos de trabajo y el desarollo para la región) y alertando sobre el daño ambiental y las verdaderas intenciones detrás de este tipo de emprendimiento».
En primer lugar, marcaron que «la generación de energía eléctrica que se proyecta (el doble de lo que se consume en el norte neuquino) no es una demanda de la comunidad» y que, además, no se reconoció «los derechos posesorios de las familias productoras agrícola ganaderos del lugar».
También en su mensaje pusieron en la lupa hacia dónde irá el excedente de energía. «¿Acaso este proyecto multirepresas acompaña de manera macabra los emprendimientos mineros existentes y proyectados para el norte neuquino?», cuestionaron.
Por otro lado, sostuvieron que el estudio de impacto ambiental revela falencias. «No se realizaron estudios de riesgo sísmico por la construcción de la represa en zonas de fallas como la Cordillera del Viento, y de la Cordillera de los Andes por variaciones en la velocidad de caudal e impacto de los saltos donde se genera energía», marcaron.
Asimismo, en el escrito señalaron que no se menciona el impacto sobre el “Cementerio Ancestral Caripil”, que es cercano a la obra y que debe ser resguardado como patrimonio cultural. Y agregaron que tampoco tiene en cuenta los impactos sobre la vida campesina, ya que afecta un tramo de la ruta de arreo; además del traslado de habitantes del lugar de la central hidroeléctrica y chacras que están en el trazado del canal, afectando toda la producción local.
También subrayaron que si bien una de las promesas para la comunidad fue la creación de fuentes de trabajo, recordaron que el conflicto de los mineros de Andacollo demostró que «a las empresas no les importan las vidas de los trabajadores y sus familias» y que los trabajos que se ofrecen a la gente del lugar son «los puestos más precarizados» y «limitados a los varones».
En su comunicado propusieron otras formas de producir para apuntar a las necesidades locales «fuera del consumo mercantilizado» , entre ellas la agroecología, las energías renovables y las economías autogestivas.
Por último, hicieron énfasis en el daño ambiental que provocaría la inundación de terrenos que se traduciría «en pérdida de la biodiversidad, pérdida de las tierras de los productores del lugar, además de dejar sin agua a otros productores debajo de la represa y con riesgo de sequía en verano y otoño«.
También enumeraron otras consecuencias como la alteración de la fauna actual del río por siembra de peces y el impacto en los hábitats de cóndores y otras aves, la intervención del río Nahueve y sus costas en el balneario y acceso al camping, e impacto en las vertientes naturales.
Se trata de un escrito firmado por las asambleas de vecinos de Caviahue-Copahue y de Loncopué, por la Asamblea Permanente del Comahue por el Agua – Neuquén, Asambleas por el Agua del Norte Neuquino, la Red Jarilla de Plantas Saludables de la Patagonia, la Asamblea Socioambiental de Junín de los Andes, San Martín de los Andes y de Zapala.
A principios de junio, el gobierno provincial adjudicó la obra de la microcentral del río Nahueve, a una Unión Transitoria de Empresas (UTE) de dos compañías. El proyecto está ubicado en la zona de Los Carrizos, a 20 kilómetros de Andacollo.
Se informó que la microcentral tendrá una capacidad de generar hasta 4,6 MW, que permitirá generar áreas de riego de entre 40 a 100 hectáreas y el desarrollo de un nuevo sector turístico.
La construcción tiene un plazo estipulado de tres años, pero se planea acelerar los trabajos para que esté listo para 2022.
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