Arrancó la cuenta regresiva del lanzamiento del Saocom 1B

La cuenta regresiva para el lanzamiento del cohete que llevará el satélite Saocom 1B al espacio ya comenzó. Será el 27 de agosto, dentro de menos de una semana, pero siempre y cuando el día anterior, desde la misma base espacial de Cabo Cañaveral, el gobierno estadounidense logre colocar en órbita cuatro aparatos espías.

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El misterio detrás de la fecha de lanzamiento del Saocom 1B

La Oficina Nacional de Reconocimiento (National Reconnaissance Office) de Estados Unidos tiene programado lanzar el 26 de agosto el cohete Delta 4-Heavy con una única carga: cuatro satélites (“classified spy satellite”), según la información que manejan sitios dedicados a la actividad espacial en el mundo.

Esta operación se realiza en el mismo lugar del sur del Estado de Florida desde donde la empresa Spacex despachará su cohete Falcon 9 con el aparato construido por Invap en Bariloche a pedido de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae).

Si el lanzamiento anterior puede realizarse (depende de las condiciones meteorológicas), se abrirá la ventana para que al día siguiente inicie su viaje hacia una órbita polar a 620 kilómetros de la Tierra el segundo Saocom, que se sumará a una constelación junto con Italia de observación del planeta con especial sensibilidad en su humedad.

Será la primera vez en 60 años que desde Cabo Cañaveral se realice un lanzamiento hacia una órbita polar. La última vez el cohete explotó y una parte del fuselaje cayó sobre Cuba y mató una vaca. El episodio generó uno de los tantos conflictos diplomáticos entre ambos países y le dio motivos al Indio Solari para escribir la famosa canción de Los Redondos sobre la “solitaria vaca cubana”.

El cohete de Spacex llevará al Saocom 1B hasta su órbita y en el punto exactamente opuesto al de su hermano, el 1A, de modo que el sistema tendrá dos satélites que darán cada uno 15 vueltas al planeta por día y tomará 250 imágenes con su sistema de microondas, que no depende de la claridad porque atraviesa nubes y cenizas, y puede “ver” de noche.

La Conae tiene su estación terrena principal en Córdoba, pero construyó otra en Tolhuin, Tierra del Fuego, e hizo un acuerdo con el gobierno noruego para usar las instalaciones de la ciudad de Svalvard. Con esta red se puede realizar un seguimiento de los satélites tanto su etapa inicial como en las correcciones a lo largo de su vida útil, que es de unos 7 años.

Junto con cuatro satélites italianos, que tienen otro tipo de instrumento de observación, más enfocado al relieve, podrán tomar datos e imágenes del planeta con una redundancia que hará más efectiva la tarea de prevención de desastres o de anticiparse a fenómenos hídricos.

En Cabo Cañaveral espera el lanzamiento una docena de científicos de Invap y Conae que viajaron el mes pasado con la idea de terminar la misión a principios de agosto, pero la Fuerza Aérea estadounidense decidió posponer todo; ahora se conoce por qué. En realidad, la primera misión fue en marzo de este año, pero todo debió abortarse por la pandemia. Esta semana revisaron la integridad y funcionamiento del satélite, que ya está en su cofia, listo para ser cargado en la punta del cohete.