Arquitecta roquense comparte su pasión por los cócteles
Para “Tati” Carbajal la mezcla de bebidas es una experiencia de alquimia mágica y única. Cuál es el trago ideal para un viernes al atardecer, por ejemplo.
Arquitecta roquense comparte su pasión por los cócteles
Para “Tati” Carbajal la mezcla de bebidas es una experiencia de alquimia mágica y única. Cuál es el trago ideal para un viernes al atardecer, por ejemplo.
Me encanta la coctelería, tiene que ver con el encuentro, con la construcción de los momentos y (sobre todo) con el placer de descubrir todos esos sabores que comienzan a explotar en la boca, esa alquimia que se produce me resulta mágica y única.
Para hablar de coctelería hay que aclarar que está llena de historias y leyendas que tienen la característica de ser absolutamente inverificables: por ejemplo del “Old fashioned” se dice que es el cóctel más antiguo. ¿Cómo saberlo?
“Old fashioned” es un trago que se me ocurre para un viernes fresco, cuando el sol comienza a caer … y de manera sincronizada la barra se va desplegando. Se acerca la hora del reencuentro con amigos o la familia, conocedores del ritual, que simplemente pasan a compartir.
Es un trago de origen inglés que significa tradicional o pasado de moda. Se hace en vaso corto y ancho que lleva el mismo nombre. Lo definiría como un cóctel de intensidad media, complejo y riquísimo.
Se pasa una rodaja de naranja sobre el interior del vaso. Sobre el vaso pintado en jugo de naranja se coloca una cucharada (tamaño café) de azúcar blanca, misma cantidad de agua y tres touches de bitter. Se formará una pasta con la que se embadurna el vaso a tope. Una vez terminado se colocan dos o tres piedras de hielo y la medida de bourbon, muchas barras ofrecen una medida de agua o un susto de soda para agregar. Se le agrega una rodaja de naranja por dentro. Suele servirse sin sorbete ni decoración; puede llevar una cereza. Esta es la versión original.
Mi versión se sustituye la cucharada de azúcar por un terrón que se quema sobre el vaso, haciendo un caramelo que cae sobre los restos de naranja, y, en caliente, recibe los touches de bitter, luego las rocas de hielo (lo más secas posibles), una (y solo una) rodaja de naranja y la medida del bourbon. Los sabores se van atrapando, amalgamando. Es complejo, amable y pide a gritos un jazz de fondo -por ejemplo Ella Fitzgerald le queda genial-.
Si este no te gustó, otro combo habitual es el “Extra Dry Martini”. Cuenta la leyenda que Churchil era un fanático de este trago y la medida de vermouth seco que utilizaba era apoyar la botella en la biblioteca y mirarla. Solo tomaba los destilados….¿será verdad?
Es un cóctel complejo, intenso y seguramente de los más conocidos. Se hace en vaso mezclador y tiene su copa, la copa de cóctel.
Se refresca la copa con hielo, en el vaso mezclador se colocan unas piedras de hielo lo más secas posibles y dos medidas de gin, se refresca revolviendo. Volvemos a la copa: tiramos el hielo que usamos para refrescar la copa, perfumamos la copa con vermouth seco (solo el perfume), colocamos dos aceitunas dentro de la copa y la preparación del vaso medidor sobre la copa perfumada. La receta original se toma sin hielo y muy refrescado. Es un trago intenso, que acompaña una linda noche de verano. Su aspecto es absolutamente transparente.
Hago una versión (recomendable) que lleva una medida de gyn y una de vodka, es “half to half”, en lugar de dos de gyn. Suma intensidad, solo se recomienda un cóctel por noche; suele ocurrir que después de este trago cualquier charla es simpática.
Es un cóctel de origen norteamericano, que tiene un primo hermano local, EL CLARITO; características similares pero se sustituye la aceituna (ligada al aperitivo por estas tierras) por un dash de limón. Ignacio, mi marido es especialista y estudioso de este trago; conocedor del “Club Salvemos al clarito porteño”.
El Cosmopolitan es otro de mis tragos preferidos. Es ácido, intenso, fresco y muy amable.
Se prepara en coctelera y se sirve en copa de cóctel.
En la coctelera colocamos:
1. Un par de piedras de hielo.
2. Una medida de jugo de arándanos (lo hago yo en el momento).
3. Una media medida de jugo de limón.
4. Una medida y media de vodka
5. Una medida de triple sec de naranjas (cointreau).
Batir con fuerza la coctelera. ¿La música? “Zaz” acompaña muy bien este momento. Luego servir en la copa. La copa lleva hielos, yo le coloco hielos con forma de corazón. Me gusta, es un rosa intenso, elegante, complejo; entre ácidos y dulces jugando por allí, interesante.
Lo mejor de los tragos es disfrutarlos por esto de que la coctelería es mágica.
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