Ante la nueva escalada del dólar, el Gobierno apura el desarme de las Lebacs
El punto central es que las Lebacs son un instrumento que el Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha cuestionado.
Por Fernando Nole.
La nueva corrida en el mercado cambiario que se vivió entre miércoles y viernes llevó a que el Banco Central decidiera apurar el esquema para desarmar la bola de nieve de las Lebacs, considerada uno de los mayores peligros para la situación financiera del país.
Así lo afirmaron a “Río Negro” fuentes del Ministerio de Hacienda y del Banco Central. Al ver que la crisis de Turquía repercutía cada vez más en el mercado local, funcionarios de ambas dependencias mantuvieron contactos con representantes de bancos en las últimas horas. Las mismas fuentes comentaron que las reuniones y los contactos se prolongarían en el transcurso del fin de semana, para analizar un esquema que acelere el desarme de las Lebacs.
La idea es lograr con un conjunto de bancos un canje por títulos de mediano y largo plazo, contemplando otro rango de tasa de interés pero evitando la concentración de vencimientos tal como viene ocurriendo mes a mes.
En la última semana se conoció un dato en el mercado financiero acerca que el titular del Banco Central, Luis Caputo, venía liderando las conversaciones con un grupo de bancos locales y extranjeros para cerrar ese acuerdo en el transcurso de este mes.
“Pero parece que los tiempos se aceleraron y es probable que el desarme de las Lebacs pueda implementarse antes”, aseguró un funcionario consultado por “Río Negro”.
El punto central es que las Lebacs son un instrumento que el Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha cuestionado y presiona para que el Gobierno lo desarme cuanto antes.
Esta semana arriba a Buenos Aires la primera misión del FMI tras el acuerdo stand-by firmado con el organismo multilateral, con el fin de analizar su evolución y cumplimiento.
La misión, encabezada por Roberto Cardarelli, jefe de supervisión del FMI para el caso argentino, pondrá énfasis en el balance de las cuentas públicas y el grado de cumplimiento de las mismas de aquí hasta fin de año.
Hay que recordar que el Gobierno se comprometió a obtener este año un déficit fiscal primario del 2,7 por ciento del PBI y una inflación tope del 32 por ciento.
En el caso de la meta fiscal, los analistas consideran que es factible cumplirla, aunque dudan con relación a si la inflación de todo el año se ubicará dentro del parámetro máximo comprometido.
Sin embargo, algunas consultoras consideran que hay una “sobreactuación fiscal” por parte del Gobierno y que el recorte que se debe encarar para el próximo año es menor a lo que ha estimado el Gobierno.
En líneas generales el Ejecutivo contempla un ajuste fiscal global de unos 297 mil millones de pesos, pero el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) considera excesiva esa cifra y la ubica en un máximo de 139 mil millones de pesos para 2019.
“Las estimaciones del Iaraf sugieren que la baja necesaria en 2019 debería ser igual a 139 mil millones de pesos con respecto al estimado para el cierre anual del mismo gasto de 2018, con lo cual la diferencia no es menor”, puntualiza el informe del Iaraf.
En ese sentido, el Instituto sostiene que “manteniendo los valores oficiales, si el ajuste efectivamente llevado a cabo en 2019 fuese de 297,7 millones de pesos se sobrecumpliría la meta fiscal, a tal punto, que el déficit primario en 2019 resultaría de apenas 54,6 millones de pesos y equivaldría a 0,3 por ciento del PBI”.
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