Análisis: ¿por qué se habla de una ley que ya se ganó?
El reclamo por la despenalización tiene historia y tiene futuro. No fue magia sino fruto de la disputa por el sentido que dieron las mujeres.
Análisis: ¿por qué se habla de una ley que ya se ganó?
Ante el inicio del histórico debate del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, crecen las expectativas y también las especulaciones en torno a la definición de la votación en el Senado. El llamado conteo o “poroteo”, que se hace en base a las expresiones públicas de los senadores a favor y en contra de la iniciativa, en principio no refleja la paridad técnica de “ajustada diferencia” que ocurría durante el tratamiento en Diputados.
Sin embargo, el movimiento de mujeres organizado -que apoya la legalización- mantiene la cautela, no anticipa resultados y confía en que la presencia de miles de mujeres movilizadas en la Plaza del Congreso y en todas las plazas del país bajo la convocatoria del #8A, llegue a los dos millones y pueda revertir algunas posturas de senadores en contra. Todo indica que no será tan extensa como la de la Cámara Baja que duró 24 horas, en función de la menor cantidad de representantes. Si bien depende de la cantidad de oradores, se estima que la votación se realizaría después de las 21 y antes de la medianoche.
El colectivo de mujeres pronostica una verdadera fiesta en las calles independientemente del resultado final porque tiene la certeza de que los logros han sido muchos, el tratamiento legislativo ha implicado cambios profundos y la llamada “marea verde” ha logrado extenderse a todo el mundo y ya no tiene retroceso. El mundo nos está mirando y muestra de ello fueron la contratapa verde del NYTimes o los mensajes de referentes internacionales como la actríz Susan Sarandon, la filósofa feminista Judith Buttler o la escritora Margaret Atwood en los que instan a los políticos argentinos a ponerse a la altura de la historia.
Ahora bien, ¿cómo llegamos hasta este punto de inflexión? ¿Por qué se habla de una ley que ya se ganó?
1) El reclamo por el aborto legal en nuestro país es de larga data pero logró cristalizarse el 28 de mayo de 2005 con el lanzamiento de la Campaña Nacional por el Aborto bajo la consigna: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. Nació al calor del Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario en 2003 y de Mendoza en el 2004. El impulso inicial fue de los grupos feministas, del movimiento de mujeres e incluso de un sector de la iglesia como lo es Católicas por el Derecho a Decidir. En la actualidad cuenta con la adhesión de más de 300 grupos, organizaciones y personalidades vinculadas a organismos de derechos humanos, la ciencia, la salud, los sindicatos y diversos movimientos sociales y culturales.
2) El debate se institucionalizó, pero también ganó la calle y traspasó el ámbito de lo privado rompiendo la barrera del silencio, el tabú y la soledad. Por primera vez en la historia de nuestro país y tras varios intentos frustrados de tratamiento legislativo (2007, 2009 y 2010) un proyecto de interrupción voluntaria del embarazo consiguió la media sanción de la Cámara Baja y pasó a Senadores.
3) Cohesionó el heterogéneo movimiento de mujeres bajo una consigna clara y un objetivo concreto como es lograr la sanción de la ley, pero a partir del reconocimiento de las diferencias ideológicas y políticas existentes. “Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven, el aborto seguro y gratuito será ley”, pudo escucharse en las tantas manifestaciones masivas a favor del proyecto.
4) Al hacerse público el debate no sólo tuvo amplio eco hacia el interior de las instituciones sino también en los medios de comunicación y en las redes sociales reconocidos como espacios de interacción social y apropiados para la disputa por el sentido. En varias ocasiones, los hashtag #Aborto Legal y #Que sea Ley fueron tendencia en Argentina.
5) El pañuelo verde como símbolo y como estandarte se masificó. El primer registro que se tiene de su uso fue en el 2003 en el Encuentro Nacional de Mujeres. Luego pasó a representar la Campaña Nacional por el Aborto y se transformó en un clásico “souvenir” de los encuentros que se usaba para una actividad concreta y luego se guardaba. Fue este año, con el tratamiento legislativo, que irrumpió en las movilizaciones, en los actos y debates alcanzando visibilidad en la vida cotidiana: anudado a la cartera o mochila, como pulsera, como vincha, en la calle, en la tele, en las redes como foto, como meme o en la identificación de un perfil.
6) La fuerza que le impusieron las más jóvenes, lo que se denominó la “Revolución de las hijas”. Las grandes protagonistas de este movimiento son las adolescentes, “las pibas”, las sub25, que llevaron la discusión a las casas, a la calle, al colegio, al colectivo y a la plaza. “La multitud de hijas que poblaron el Congreso, que no se movieron de la calle, que pelearon por un sexo verdaderamente libre, hicieron una revolución de glitter esperanza. Se muestran brillantes porque no se callan y no se esconden. Solamente pueden no verlas quienes no son capaces de ver a las grandes actoras políticas del siglo XXI. Son ellas. Las hijas. Tomaron las calles. Y no las mueve nadie”, escribió la periodista Luciana Peker, especializada en género.
7) La consigna del aborto legal se planteó con firmeza como un tema de ampliación de los derechos de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y de salud pública para poner freno a las más de 3000 muertes de mujeres que ha generado el aborto clandestino en nuestro país desde la recuperación democrática de 1983.
8) Cada año, en nuestro país se calcula que alrededor de 500 mil mujeres recurren al aborto clandestino, lo que demuestra que la penalización no impide su práctica, sino que genera más riesgos. Según cifras oficiales las complicaciones por abortos inseguros son la principal causa evitable de mortalidad materna en Argentina. El aborto es parte de la cotidianeidad de ese medio millón de mujeres y hecha luz sobre un tema de índole privada, pero de relevancia pública como lo es una maternidad voluntaria, deseada y proyectada. La maternidad será deseada o no será.
Comentarios