Árbol de Pie, más que defensa de bosques
La Asociación Civil funciona desde hace diez años reivindicando los llamados derechos colectivos.
La preocupación por la calidad del agua y del aire, la preservación de los bosques y otras cuestiones ambientales es un signo de este tiempo. Pero no son muchos los que asumen el compromiso de informarse, organizarse y reclamar en representación de todos.
Ese afán por reivindicar los llamados “derechos colectivos” fue el impulso inicial de la Asociación Civil Árbol de Pie, que nació hace casi diez años y libró desde entonces innumerables batallas para frenar atropellos sobre el patrimonio natural.
Ana Wieman es profesora de inglés y recuerda que su primer compromiso ambiental lo asumió allá por diciembre de 2004, cuando el municipio había autorizado la construcción de un complejo de bungalows en Bahía Serena cuyo estacionamiento avanzaba sobre la playa.
La movilización duró varios días e involucró a decenas de vecinos, que se turnaron para permanecer en el lugar las 24 horas e impedir que ingresen las máquinas. Finalmente lograron frenar el proyecto y hoy la playa continúa libre de intromisiones.
Juan José Paternó trabajó de administrador de empresas, está jubilado y vive en el Dos de Agosto. Fue el principal denunciante contra el barrio privado El Redil, vecino a su barrio, que pretendía alterar un morro con vegetación nativa y volcar desechos cloacales al lago Moreno. Un amparo presentado por los vecinos obligó a frenar las obras y acotar la envergadura del emprendimiento.
Wieman y Paternó formaron parte del grupo fundacional de Árbol de Pie. Paternó es el presidente y Wieman la secretaria. Según reconocen hoy, uno de los prejuicios a vencer fue el de darse una organización formal, con inscripción y personería. Eran varios los que se oponían, pero al final cumplieron con los trámites, para poder encarar mejor las presentaciones a la Justicia y también para no poner en riesgo su patrimonio personal.
Amparos ambientales
Si hay algo que tienen aceitado es el empleo de la figura del amparo en defensa de los derechos difusos, tal como lo garantiza la Constitución Nacional luego de la reforma de 1994. Han presentado recursos aun sin abogados y hasta “in voce” en el mostrador de los juzgados.
También tienen bien aprendida la normativa de acceso a la información, y se quejan de que en el municipio hacen lo imposible para negarles la vista de los expedientes. Desde hace un tiempo se valen de un escáner para registrar la documentación, pero suelen chocar con la negativa a hacer copias “a pesar de que la legislación lo permite”. En algunos casos han tenido que ir a la justicia con amparos informativos.
Wieman recordó que otras campañas importantes de la primera etapa fueron la que permitió delimitar la línea de ribera en los lagos Nahuel Huapi, Moreno y Gutiérrez y la inclusión del acceso público a las costas en la Carta Orgánica Municipal, que aun así “todavía no se cumple”.
El nombre de Árbol de Pie surgió en el grupo inicial, cuando las denuncias más frecuentes eran por las talas indiscriminadas. Pero después se sumaron muchas otras causas, como las relacionadas con el vertido de efluentes cloacales al lago y con los transformadores eléctricos con PBC, que generaron el encono de la CEB con el grupo ambientalista.
“Una de las peleas que estamos dando ahora es con la cervecería Patagonia, que fue aprobada sin audiencia pública y sin cumplir con el Código Urbano”, aseguró Wieman.
Datos
- Los ciudadanos tienen el derecho ambiental de su lado, que es muy importante, pero los funcionarios defienden el derecho privado por encima de todo.
- Árbol de Pie surgió en el grupo inicial, cuando las denuncias más frecuentes eran por las talas indiscriminadas. Pero después sumaron otras causas.
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