Aprendió a los golpes y hoy vuela en el skatepark de Roca
¿Cómo pueden decenas de chicos en bicis y skates lanzarse a la pista de Roca y no chocarse? Emmanuel Silva es el referente del lugar. Hacedor, autodidacta y maestro de los que se inician, explica ese mundo. Discutió con el "Gringo" Soria para lograr el skatepark del Canal Grande.
Para lucirse con sus saltos en velocidad, giros de 360 grados y figuras acrobáticas, primero aprendió una consigna que es de hierro en el mundo del BMX: “Si no te pegás unos lindos golpes, jamás vas a ser un biker”, explica.
Un par de cortes en la frente, labios y magullones en las canillas y tobillos, son las marcas que atestiguan. Emmanuel Silva vuela y gira todos los días en el skatepark del Paseo del Canal Grande de Roca. Es el referente de chicos y grandes que vienen de los barrios. Cuando se lanza por las rampas de cemento, todos frenan y le dejan paso. Al día siguiente, alguno intentará uno de sus trucos, los que ilustran esta nota.
“Las marcas que ven en mi cara son todas caídas de la bici. Mi mamá me la quiso sacar… pero resistí”
Emmanuel Silva, biker
Una extraña ley domina en el skatepark y dispara un par de preguntas en los que miran: ¿cómo es posible que 20 ó 30 chicos giren todos a la vez, se lancen con sus bicis y patinetas a distintas velocidades y no se choquen? ¿Será que tienen un Dios aparte?
Emmanuel es muy verborrágico e intenta explicarlo por el lado de la visualización. “Aunque desde afuera parece caótico, con la práctica desarrollás un mejor ángulo de visión y reflejos. La gente no lo ve, pero mientras salto voy barriendo con la vista todo el parque. Mirando a cada uno, anticipando por donde se van a mover, sean chicos o grandes”.
Entrena todos los días a las 18, después que sale del taller mecánico de un amigo donde repara autos y motos. Le gustaría hacer gimnasia artística para complementar su deporte extremo.
Pablo Arroyo es el encargado municipal del skatepark donde practican unos 50 riders (BMX y skates). Cuida que nadie se lastime y brinda los primeros auxilios si sucede algún raspón. Exige que todos lleven el casco. Tiene una visión original para describir los movimientos que ve a diario. Los asocia con la figura de un gran cerebro, donde los chicos conocen su parte y función. “Cada uno sabe hasta donde puede dar y lo que va a hacer el otro, por eso se cruzan tan finito en espacios reducidos”.
“Las marcas en mi cara son todas caídas de la bici”, cuenta Emmanuel, que tiene 27 años. Vive en el barrio 250 Viviendas. Su mamá es taxista y su padre albañil. Arrancó con el BMX a los 11 y cada vez que junta el dinero viaja a competencias internacionales. Ganó el Briatong On Fire de Lima en 2017 y el mismo año compitió en Francia, en el mundial Fise World. Ahora le llegó una invitación para competir en en Reino Unido en diciembre próximo .
Recuerda cuando su madre le dijo de chiquito “te saco la bici y no andás más”. Se había pegado un palo al saltar de una rampa de tierra que hicieron con los pibes del barrio. Detrás estaba la piedra grande. Pegó su cara contra el manubrio y se tajeó el labio.
No tuvo maestro. Miraba en los `90 los programas de BMX por ESPN en la tele. Más tarde encabezó la movida con los riders para lograr un espacio que los contuviera, y que derivó en la construcción del skatepark. Hubo que negociar con el “Gringo” Soria (intendente del 2003 al 2011) y lograr que los arquitectos entendieran sus ideas para la pista.
Los que practican
- 60
- Unos 30 bikers y otros tantos skaters se juntan los fines de semana en el skatepark. Se consideran "hermanos".
La inauguraron el 6 de enero del 2010 y asistieron skaters y bikers de todo el Alto Valle. Desde ese momento hasta hoy es un espacio gratuito. Luego, del 2016 al 2018, Emmanuel administró el parque junto a Víctor González. Tuvieron una escuelita y formaron a varios chicos. Casco, rodilleras, canilleras y coderas para todos fue la consigna. Y los padres presentes, acompañando en el aprendizaje.
“Los hacíamos circular por arriba. Ayudábamos a que suban cada montañita, siempre al lado. Se caían, a veces lloraban un poquito, se levantaban, y vuelta a intentarlo”.
Al definir el perfil de un biker, Emmanuel explica que “hay de todo. Cada quien con su estilo, potenciando algún aspecto. Pantalón suelto a ajustado, medias largas o cortas, colores intensos o apagados. El estado de ánimo juega y al dar la primera vuelta en pista podés calibrar si estás al 100%, al 50% o es mejor no hacer nada”.
– Qué pasa con el que llega por primer vez con una bici y se para al borde de la rampa. ¿Se tira o espera?
– Por instinto no lo va a hacer. Como no conoce la pista siempre le va a preguntar a alguien, y ellos le van a decir cómo usarla. Siempre aparecerá un chico que te va a aconsejar, ayudarte, a mostrarse solidario. El BMX y el skate son muy hermanos. Cuando una persona está ante una difícil decisión, no tiene el coraje, no se anima, el grupo lo va a motivar. Para que lo intente, para que lo pruebe, para que se dé cuenta que puede”.
Desde que cerraron la escuelita, en septiembre de 2018, siente que ya no es lo mismo en el parque. Lamenta que no le hagan mantenimiento ni pinten la pista. “Era lindo enseñarles. Sin motivación, muchos chicos guardaron las bicis y el lugar luce deteriorado”.
Entre 1.995 y el 2.010 se movieron por espacios cementados de la ciudad, Avenida Roca y el Canalito y las zonas de los desagotes pluviales.
Chicos con patinetas y bicis maltratadas, ropa suelta, gorras desteñidas, varios con pelos largos. Llegaban desde los barrios y eran vistos como vagos por muchos vecinos que se quejaban por los medios.
«Al principio Soria no nos entendía, creía que lo nuestro era una boludez, nos quería sacar de las calles. Nos puso varias pruebas».
Emmanuel Silva, referente de los bikers
Ellos coparon el centro, juntaron más de medio centenar y claro, intervino el “Gringo” Soria, intendente de Roca en ese entonces. Los pedales rompían los canteros, su principal queja.
“Nos movilizamos para pedir un parque. Y al principio él no nos entendía y nos quería sacar de las calles. Costaba que viera que lo nuestro no era un boludez, que se trata de un deporte extremo. Nos puso varias pruebas para ver si la gente estaba en contra o a favor de lo que pretendíamos: tener un espacio para andar”, explica Emanuel Silva.
- 10.000 fimas
- juntaron los riders (bikers y skaters) en 2009 y le presentaron a Carlos Soria para que se hiciera la pista de Canal Grande
Los riders juntaron 10.000 firmas a favor y lograron así peso político con su reclamo. Desde el municipio los empezaron a ver de otro modo. Para un gobierno peronista, el skatepark sería un símbolo de integración para los chicos de los barrios.
El skatepark fue inaugurado en enero del 2010. Costó $ 2.000.000. El “Gringo” Soria le manoteó la bici a uno de los chicos y se lanzó por la rampa de cemento.
Riders:
Se le llama así los que montan el BMX, deporte extremo a pedales, o en skate.
BMX en parque:
Consiste en realizar acrobacias usando un conjunto de rampas y otros obstáculos de cemento o madera. El biker trata de pasar de un obstáculo a otro con fluidez. Los trucos se pueden realizar en los bordes de las rampas, trucos de grind o grab. También son comunes los trucos realizados al subir al borde de la rampa, como el tailtap (clavarse con la rueda trasera sobre la superficie horizontal de la rampa y volver a caer).
Deporte extremo:
La practica del BMX implica una lucha entre la mente, la física de la gravedad y la inercia del equilibrio.
Protección:
En el skatepark de Roca es obligatorio el uso del casco para los riders. Se recomienda colocarse rodilleras, canilleras y coderas
Costos :
El uso del parque es gratuito. Una bici económica para quien se inicia cuesta $30.000/20.000. Usadas por debajo de 10.000. Mantenerla cuesta unos $ 800 mensuales.
Una bici para uso profesional ronda los $ 100.000. Un casco bueno, $2.500 y uno económico $900.
Skatepark Roca:
Se inauguró el 6 de enero de 2010. El costo de la obra fue de dos millones de pesos.
Comentarios