Apareció un cuerpo en el canal principal y temen que sea el de Otoño
Un cadáver fue hallado entre Cipolletti y Fernández Oro durante la tarde de ayer. "Hay cierto grado de coincidencia entre las prendas", dijeron la jueza y el fiscal.
CIPOLLETTI / ROCA (AC / AR).- El caso de Otoño Uriarte generaba anoche, al cierre de esta edición, episodios de angustia, incertidumbre y ansiedad en distintos puntos de la región.
La aparición de un cuerpo sin vida en el canal principal de riego, entre Cipolletti y Fernández Oro, movilizó a buena parte de la comunidad, que en los primeros minutos de hoy aguardaba respuestas oficiales para determinar si se trata de la joven desaparecida el 23 de octubre del año pasado.
A las 0.45 de hoy se confirmó que la autopsia se realizaría recién durante la madrugada. No obstante, desde los momentos iniciales se supo que la tarea del cuerpo médico forense no será sencilla, por el estado de descomposición que presentaba el cadáver.
El dato que hizo temer desde un principio la posibilidad de que se trate del cuerpo de Otoño tiene que ver con las prendas de vestir encontradas: un buzo similar al que llevaba puesto la adolescente de Fernández Oro se constituyó como principal elemento para avanzar hacia las certezas.
El hallazgo se produjo cerca de las tres de la tarde de ayer, en el sector del canal de riego que atraviesa la zona de El 30, en jurisdicción de Fernández Oro.
Una mujer que caminaba por el sector vio el cadáver e inmediatamente dio aviso a la policía orense, que se trasladó hasta el lugar.
El cuerpo estaba atrapado en la entrada de la usina de generación eléctrica que se ubica sobre una derivación del canal principal. Quedó a la vista, cuando el agua dejó de fluir al finalizar la temporada de riego, entre 48 y 72 horas atrás.
Hasta el lugar se movilizaron la jueza Alejandra Berenguer, el fiscal Rodríguez Chazarreta, personal de las brigadas de Homicidios de Roca y de Investigaciones de Cipolletti. También participaron efectivos de la policía y de bomberos de Fernández Oro.
Mientras se realizaban las pericias en el sector, el lugar quedó totalmente vallado y el hermetismo sobre el hallazgo se hizo evidente.
Nadie aventuraba, ni siquiera, si podía tratarse de una mujer o un hombre. A medida que pasaron los minutos algunos indicios permitieron suponer que correspondía al cuerpo de una mujer por el tipo de vestimenta.
Según fuentes policiales, el cadáver -que mostraba los estragos del agua- tenía un buzo negro con capucha y una franja color verde manzana a lo largo de las mangas. Debajo, una remera blanca con un reborde rojo en el cuello y una cinta que, aparentemente, correspondía a la de un celular.
Estos datos -que fueron puesto en duda durante el atardecer- terminaron siendo confirmados anoche en Roca por Berenguer y Rodríguez Chazarreta, quienes indicaron que «hay cierto grado de coincidencia» entre las prendas encontradas y las que tenía puestas la joven Uriarte la noche que desapareció.
En cuanto al tiempo que podría haber estado debajo del agua tampoco hubo conjeturas. El líquido produce una descomposición más rápida de los tejidos por lo que solo peritos especializados pueden determinar un lapso aproximado.
El lugar donde se encontró el cadáver está ubicado en zona de bardas y alejado de sectores urbanos. Del centro de Cipolletti lo separa una distancia de alrededor de seis kilómetros y dos desde Puente 83. Se accede por un camino de tierra que bordea el canal (ver infografía).
La remoción del cuerpo fue una tarea lenta y dificultosa. Después de casi tres horas fue subido hasta la ambulancia que lo trasladó a la morgue judicial de Roca para la autopsia.
Los recaudos estuvieron centrados en la necesidad de evitar mayores daños que los que ya había producido el agua sobre el cadáver.
La jueza Berenguer fiscalizó todo el operativo, que duró alrededor de tres horas, e incluso solicitó que no se inicie la autopsia hasta tanto ella llegara a Roca.
Este trámite también se demoró por la exigencia de los familiares de Otoño de que un perito de parte presencie el procedimiento.
Mientras la justicia y los médicos llevaban adelante sus funciones, un grupo de familiares y allegados a la joven llegaron desde Fernández Oro hasta Roca.
Se supo que algunos de ellos -hermanos y tías de la menor- pudieron ingresar a las dependencias judiciales para observar la ropa, pero hasta anoche no había precisiones sobre un eventual reconocimiento.
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