Aniversario de General Roca: Ver para volver y querer quedarse en el Valle

Una zona privilegiada. Así podríamos describir a este valle que emerge del desierto… como un oasis. Para los que van de paso, o para los mismos vecinos, que quieran conocer más de la ciudad y alredores las opciones turísticas son variadas. Florencia Ghirardelli, directora de Turismo local y Belén Muñoz, Licenciada en Turismo, nos brindaron información sobre las actividades que hay para hacer en Roca. Los paseos a los distintos puntos tienen cupos limitados y son gratuitos. La única condición es inscribirse previamente a la actividad elegida. Actualmente hay 12 prestadores que brindan su servicio arancelado en la ciudad.

¿Y qué hay para hacer y conocer? Se puede elegir entre turismo rural, ecológico o urbano. ¿Por qué no todas?
El itinerario puede iniciar por la ciudad que tiene su encanto e historia. La propuesta del turismo urbano es conocer un poco más sobre los espacios culturales, como museos y teatros, monumentos, los paseos del canalito y Canal Grande, plazas, la catedral y el casco histórico. Este paseo se complementa con la incorporación de un recorrido por las universidades nacionales del Comahue y de Río Negro y el Instituto Universitario Patagónico de las Artes.

Por su parte, el turismo rural abarca una recorrida por bodegas y chacras en producción. Esto suele ir acompañado por un tour gastronómico donde se pueden compartir almuerzos y degustación de productos regionales. Cervecerías, galpones de empaque y la visita a bodegas centenarias y contemporáneas se suman al paseo.

Entre los mejores recorridos, la zona de bardas y costa del río son los más concurridos. Aquí nos encontramos con el Área Natural Protegida de Paso Córdoba, una zona que se ubica a 12 km de la ciudad con paisajes conformados por ambientes acuáticos, de transición y estepa.

Por estos lares, el Valle de la Luna Rojo tiene un encanto indescriptible. El paisaje es agreste y con los colores que tienen las bardas que van desde el rojo intenso hasta el amarillo claro lo hacen un escenario único. Su conservación es importante ya que se han extraído restos fósiles. En 1912 el geólogo alemán Ricardo Wichmann halló partes de un fémur de un saurópodo de grandes dimensiones.

Otro sitio imperdible es el Valle de la Luna Amarillo al cual se accede por la costa del río o por senderos alternativos, todos a pié. Aquí se prohiben los rodados de todo tipo por la sensibilidad del terreno.

Y si te gusta disfrutar del agua, el brazo verde y playón rojo son los lugares para vos. Este es uno de los sectores más concurridos en verano. Se pueden realizar actividades náuticas, hay sitos para fogones y parrilleras, estacionamiento y bajada de lanchas de uso gratuito.

Si nos movemos un poco al sudeste de la ciudad vamos a disfrutar de la Isla 32 y El Parador. Aquí la oferta es un recorrido por chacras, clubes y uno de los brazos del río Negro. Aquí está el Paseo de la Costanera donde se puede hacer senderismo y hay avistamiento de aves.

Como se ve, hay más de una razón para quedarse, recorrer y enamorarsede esta ciudad.