Aniversario de Añelo: El corazón del desarrollo hidrocarburífico del país

El inicio de la explotación de los recursos no convencionales de Vaca Muerta marcó un antes y un después para Añelo. La ciudad tuvo un crecimiento explosivo a la par del auge de la producción.

Hace apenas 15 años atrás Añelo era un pueblo pequeño, de unos 2.000 habitantes que le disputaban el agua al río Neuquén para poder regar las magras plantaciones y cuidar a su ganado. Hoy la localidad no para de crecer de la mano del principal desarrollo hidrocarburífero del país como es Vaca Muerta y se perfila para convertirse en una de las principales ciudades de la provincia de la mano de la industria.

El desarrollo de los grandes yacimientos de la formación shale como Loma Campana y Fortín de Piedra, fue modificando la fisonomía del pequeño pueblo que se convirtió en el corazón de la actividad petrolera no solo de Neuquén y la región, sino del país. A la vera de la ruta fueron construyéndose restaurantes, hoteles, estaciones de servicio y parques industriales. El tendido de fibra óptica de la más alta calidad recorrió la zona, marcando en el contraste las necesidades de la industria, ya que los servicios de conectividad llegaron antes que otros que son típicos de cualquier ciudad, como son el asfalto o las cloacas.

Es que Añelo es una ciudad que vive al ritmo acelerado y sin pausa de los hidrocarburos. Los semáforos del cruce de las rutas 7 y 17, en pleno centro de Añelo son, sin lugar a dudas, el mejor termómetro para medir el nivel de actividad del sector.

En épocas de vacas flacas, como fue en la etapa más dura de la pandemia, apenas se reunían un par de camionetas en ese cruce. Pero en momentos de alta actividad, lograr pasar estos semáforos puede tomar largos minutos en los que los diminutos autos de los vecinos conviven sobre la ruta con los colosales camiones que mueven a la industria petrolera.

Las chacras que una década atrás luchaban con las variaciones del río para poder ser regadas, hoy se convirtieron en bases de empresas de servicios, oficinas de alquiler de maquinarias pesadas, depósitos a granel de insumos petroleros, o en departamentos, restaurantes y oficinas comerciales.

El movimiento petrolero es tan fuerte en Añelo que la ciudad duplica en el día su población, cuando los 8.000 habitantes que residen allí reciben a más de 8.000 operarios de las diversas empresas que operan en la zona, en lo que en la industria se conoce como la “zona caliente” de Vaca Muerta.

A lo largo de los más de 100 años de historia petrolera de Neuquén, el impulso de la industria ha provocado también el crecimiento de las localidades donde se centré el eje de la actividad. A partir de 1920 el eje estuvo en Plaza Huincul y Cutral Co, en la zona que circunda al Pozo 1 que marcó la historia de la provincia.

Hacia 1990 la producción cambió y los yacimientos más productivos de la provincia se centraron en la zona norte, impulsando a toda máquina el crecimiento de Rincón de los Sauces.

Ahora, de la mano de Vaca Muerta, es la hora de Añelo. Si bien se espera que el impulso del no convencional le de una segunda vida también a Rincón de los Sauces, es en Añelo en donde se cifran las mayores expectativas, ya que a diferencia de los booms que hubo en la décadas pasadas, la formación shale se consolida como el eje central de la industria hidrocarburífera de todo el país. Así lo demuestran los números ya que 7 de cada 10 dólares que se invierten en el segmento se destinan precisamente a los yacimientos que tienen a Añelo como su corazón. Así se vive el futuro que ya llegó.