Qué es la piómetra y por qué puede ser mortal
Se trata de una enfermedad hormonal que afecta a perras y gatas semanas después de finalizado el celo. Produce una infección en el cuello del útero y su tratamiento es quirúrgico.
La piometra es una infección del útero que afecta a perras y gatas. Consultado por Río Negro, el veterinario Juan Manuel Montenegro indicó que se trata de una enfermedad hormonal. Se observa casi siempre en una etapa del ciclo estral llamada “Diestro”, y cuando se segrega progesterona o por progestágenos administrados al animal, de forma previa.
“Las perras entran en celo cada 6 a 7 meses y un diagnóstico a tiempo es primordial para salvar la vida del animal”
Juan M. Montenegro, médico veterinario, de Catriel.
Dependiendo del estado del cuello uterino – aclaró el profesional – diferenciamos dos tipos de piómetras, que variarán en gravedad y urgencias.
En Piómetra abierta: el cuello del útero permanece abierto, vemos descarga de material sanguinolento o mucopurulento. Es la forma más frecuente y menos grave.
En Piómetra cerrada: no se evidencia secreción vaginal el cuello del útero ya se ha cerrado. Es la de mayor gravedad ya que, si no se diagnostica y se opera a tiempo, puede producirse la ruptura del útero, liberando todo el contenido purulento a la cavidad abdominal, produciendo una peritonitis severa.
Las causas de la piómetra canina se relaciona con el ciclo hormonal, donde el momento de mayor riesgo es entre la 6° y 8° semana después de finalizado el celo. Las concentraciones de progesterona aumentan y esto disminuye las contracciones uterinas; además, promueve ciertos cambios en el endometrio y se inhibe la inmunidad local produciéndose “un coctel perfecto para el crecimiento bacteriano” que ascienden desde la vagina, principalmente Escherichia Coli, explicó el veterinario de Catriel. La aparición de nódulos, además, aumenta la gravedad del proceso.
“Mi perro es muy demandante”
Montenegro afirma que dependiendo los síntomas se refleja si es una piómetra abierta o cerrada, en la primera tiene una presencia de moco que puede ser de color verde, amarillento incluso con una descarga sanguinolenta por vagina y vulva, en la mayoría mal oliente, lo que no se debe confundir con el celo,por lamido en el área. También muestran síntomas de mucha sed, orina en cantidad, depresión y donde “el animal esta abatido” durante muchas horas al día y pérdida del apetito.
En la piómetra cerrada los síntomas son más severos, explica Montenegro, debido a que el cérvix o cuello uterino se encuentra cerrado, por lo tanto el pus y la mucosidad no tiene una vía vulvar. “El animal está muy apagado, poliuria (aumenta el volumen de la orina) y polidipsia (aumenta la ingestión de agua), deja de comer y puede tener vómitos, e incluso diarrea y fiebre”, explica.
El útero puede distenderse hasta producir una perforación que conllevaría a una peritonitis séptica, shock y finalmente la muerte del paciente, sin diagnostico a tiempo.
Según el experto, el tratamiento es quirúrgico. La ovariohisterectomía, o extirpación de ovarios y útero, tiene los mejores resultados de supervivencia. La cirugía debe realizarse lo antes posible uns vez estabilizada la paciente. El profesional no aconseja tratamientos farmacológicos como primera opción, porque puede resultar más gravepara el animal y que además derivará a una cirugía más compleja.
Galería de Adopciones
Comentarios