El anestesista y los animales en las prácticas quirúrgicas
“No es sólo el que duerme al paciente”, aclara la médica veterinaria María Sofía López. Consultada por Río Negro, explicó sus múltiples -y vitales- funciones durante una intervención.
La medicina veterinaria ha avanzado prácticamente a la par de la medicina humana y donde los profesionales cada día apuntan a buscar nuevas especialidades para trabajar en forma conjunta, ante diagnósticos tempranos, tratamientos e intervenciones quirúrgicas, si así lo requiere el paciente.
En este contexto, el rol que ocupa el anestesista es quien, básicamente, mantiene vivo y estable al paciente en una cirugía. María Sofía López, médica veterinaria roquense (MP 881 RN), explica que “el anestesista no solo es el que duerme al paciente, sino el que los monitorea permanentemente, además de asegurar que no sufra dolor durante la intervención, que es sumamente contraproducente para su posterior recuperación. “Como me gusta citar, el único dolor que se soporta es el ajeno”, dice la profesional.
“La anestesia no es una receta que se realiza siempre de la misma manera y para todos igual – describe López- se trata de un acto médico planificado y adecuado a cada paciente y tipo de intervención. Desde el momento en que se decide que un paciente se someta a una cirugía, la evaluación clínica es fundamental para planificar correctamente su estrategia anestésica y analgésica y reducir al mínimo los riesgos, donde incluye una exploración física del paciente y apreciar su condición corporal, peso, auscultar corazón y pulmones, tomar frecuencia cardíaca y respiratoria, ver la coloración de sus mucosas, su estado general, entre otras cosas, pero también se necesitan estudios complementarios pre quirúrgicos para poder tener una valoración integral del paciente y saber cómo funciona su metabolismo”.
“Para ello, se solicitan análisis clínicos de sangre completo, electrocardiograma y ecocardiograma. Esos tres estudios son básicos para una intervención quirúrgica”, explica la profesional, aunque también puede haber otros más complejos dependiendo del tipo de patología que presente el paciente y ver íntegramente y desarrollar una estrategia anestésica que implique el menor riesgo posible.
¿Un animal puede ser alérgico a la anestesia? “Es muy raro una reacción alérgica frente a las drogas que se utilizan”, dice López. “Pero pueden existir efectos adversos. En caso de que se produzcan, contar en el equipo quirúrgico con un profesional especializado en anestesia es importante, porque al estar monitorear al animal, se puede advertir que algo no está bien y actuar rápido con drogas o maniobras de emergencia para solucionarlo. Cada caso es particular y queda anotado todo en su ficha clínica de registro anestésico.
Tampoco es lo mismo anestesiar un gato que a un perro ni a ningún otro animal, un animal joven a un animal geronte, o un animal cardiópata, que uno con enfermedad renal, aclara la profesional a Río Negro.
Como cada paciente es único se realiza un protocolo anestésico y analgésico de acuerdo a cada caso.
“Hay diferencias en el metabolismo, en el uso de ciertas drogas entre las diferentes especies y también no nos debemos olvidar que muchas veces son pacientes con alguna patología de base, por ejemplo, insuficiencia renal, patologías cardíacas, diabetes, hipertensos, etc. Por eso es tan importante saber que la anestesia no es ‘una sola cosa’, es pensada para cada caso. Además, para reducir riesgos y uso de drogas generales, se tienen en cuenta distintos tipos de estrategias anestésicas y analgésicas, como pueden ser bloqueos nerviosos regionales, anestesia epidural y anestesia local según el caso. “Siempre en función de lo que necesite el paciente y del tipo de intervención quirúrgica”, concluye.
Para tener en cuenta y prevenir ante una cirugía
El ayuno es fundamental para poder someter a un animal a una anestesia. ¿Por qué es tan importante? – Porque hay ciertas drogas que se administran que pueden inducir el vómito, y si el animal tiene el estómago lleno, ese contenido es expulsado del mismo mediante el vómito, pero no se llega a producir como tal, porque el animal, al estar bajo efecto de las drogas anestésicas, sobre todo al momento de la inducción, tiene abolidos sus reflejos, entre ellos el deglutorio, por lo tanto, no puede tragar ni toser para eliminar ese contenido alimenticio que ascendió por el esófago y llegó a la laringe. Esto provoca obstrucción de la vía aérea e incluso se puede llegar a provocar una neumonía por aspiración que puede ser fatal. Por eso es muy importante seguir siempre las indicaciones médicas.
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