Científicas descubrieron que los gatos tienen al menos 276 expresiones faciales
Normalmente pensamos en los gatos como criaturas enigmáticas e impenetrables, pero Lauren Scott (médica) y Brittany N. Florkiewicz (psicóloga) se negaron a resignarse e hicieron un esfuerzo por develar algunos de sus misterios. En su estudio (publicado en Behavioural Processes) llegaron a la conclusión de que nuestros compañeros felinos tienen al menos 276 expresiones faciales, lo que abre las puertas para entender su lenguaje.
Ciencia gatuna: ¿cómo se lograron estos hallazgos?
Las investigadoras llevaron a cabo un estudio en un café de gatos en Los Ángeles (California, Estados Unidos). Durante un año, registraron 194 minutos de interacciones entre 50 gatos residentes, centrándose en sus expresiones faciales.
Mediante un minucioso análisis, codificaron movimientos faciales que no estaban relacionados con funciones biológicas, como la respiración o el bostezo. Descubrieron un total de 276 expresiones faciales distintas que involucran 26 movimientos faciales, como labios entreabiertos, mandíbulas que caen, pupilas dilatadas o contraídas, parpadeos y medio parpadeos, esquinas de los labios alzadas o bajadas, lengüetazos de nariz, bigotes retráctiles o extendidos y varias posiciones de las orejas.
Estas expresiones se dividieron en dos categorías principales: amistosas, que representaban el 45 % de las expresiones registradas, y agresivas, que constituían el 37 %. El 18 % restante resultó ser ambiguo, manteniendo el misterio felino.
¿Cuanto de su lenguaje está destinado a nosotros, los humanos?
Como era bastante predecible, el caso de la comunicación entre gatos es mucho mas elaborada y compleja. Es en este grupo donde entran en juego todos los gestos, como orejas hacia adelante y relajación de los ojos para expresar amistad; o pupilas contraídas, orejas achatadas y un rápido lamido del labio para mostrar agresión. Muchas veces pasamos por alto estas sutilezas, aunque ahora tenemos más razones para prestarles atención.
Sin embargo, los felinos dedicaron buena parte de su energía a poder transmitirnos cosas. La historia documentada muestra que los gatos empezaron a convivir con nosotros entre 10.000 y 12.000 años atrás, y la relación empezó como una simbiosis en la que los gatos mantenían bajo control nuestras poblaciones de plagas y nosotros, a cambio, les proporcionábamos lugares privilegiados para comer.
Una vez que decidieron que les gustaban los humanos lo suficiente como para tolerar vivir juntos, los gatos aprendieron que sus nuevos amigos de dos patas no eran muy buenos captando lo que intentaban decirnos. Los gatitos ya maullaban de cachorros para llamar la atención de sus madres, así que empezaron a utilizar esa técnica con nosotros.
Aunque el estudio pudo identificar una gran variedad de movimientos y expresiones faciales únicos en nuestros compañeros felinos, aún no se pudo determinar con exactitud su significado. Podemos hacer conjeturas basadas en algunos signos más obvios, como las orejas gachas, los ojos entrecerrados y los siseos, que significan que el gatito está furioso, pero muchos de los matices de la comunicación entre especies se nos escapan a los humanos (como patrones de movimiento de cola o lo que se transmiten mediante el tacto y los olores).
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