Análisis: Un fondo anticíclico falto de “audacia” (¿y de fondos?)
El oficialismo rehízo casi a nuevo el proyecto de Omar Gutiérrez, pero no cedió en el corazón de la herramienta: los recursos serán regalías excedentes.
El diputado de Juntos por el Cambio, César Gass, fue uno de los opositores que respaldó este miércoles la ley del fondo anticíclico de Neuquén, aunque lo hizo con una observación: “le falta un poco de audacia”.
El proyecto que acordó el Movimiento Popular Neuquino con el resto de los bloques tras seis meses de debate rehízo casi a nuevo el que originalmente había presentado el gobernador Omar Gutiérrez, aunque defendió hasta el final el corazón mismo de la herramienta. Los recursos para nutrir el fondo deberán provenir sólo de regalías excedentes o futuras, principalmente las de exportación.
El oficialismo evitó poner sobre la mesa el dinero que ingresa de la actividad hidrocarburífera vía bonos de ingreso a las áreas, bonos de extensión y bonos de prórroga, pese a que se trata de sumas millonarias, en dólares, y que llegan por fuera de los recursos estimados en el presupuesto.
Sólo una de las seis propuestas los incluía, la que presentó Ramón Rioseco en nombre del Frente de Todos, junto con otra veintena de ingresos derivados como las regalías mal liquidadas, el canon extraordinario de producción o el pago de servidumbres.
Pese a que constituyen recursos jugosos y discrecionales que no suelen tener un destino específico, los diputados de la oposición desviaron su atención y su reclamo a la incorporación de las regalías hidroeléctricas. Estas no sólo reúnen ingresos marginales, sino que, como el MPN bien argumentó, constituyen recursos renovables que escapan de la lógica hidrocarburífera.
El legislador riosequista Mariano Mansilla votó a favor, pero aseguró hoy que quedará para más adelante proponer nuevos ingresos que nutran el fondo. Hasta entonces, lo alimentarán con una suerte de goteo.
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