La salida de Dujovne, un cambio que estaba en agenda

Finalmente, el gobierno aceptó la renuncia de Nicolás Dujovne al frente de Hacienda. Era una de las salidas esperadas a partir del martes cuando se anunciaron las medidas que terminaron por dinamitar los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La administración Macri definió elevar el gasto social a costa de menores recursos futuros, generando importantes desequilibrios en las cuentas presupuestarias nacionales. Dujovne se opuso el miércoles a las medidas y exigió como compensación la suba de las retenciones a las exportaciones, pedido que el presidente Macri le negó. Desde el mismo gabinete, ese mismo miércoles, se le recriminó al ex titular de Hacienda que “el déficit cero demostró que no nos hace ganar elecciones”.

Dujovne terminó muy golpeado hacia adentro, por la propia fuerza del oficialismo, y hacia afuera, con las autoridades de las entidades financieras internacionales a quienes les había prometido que el programa por el multimillonario préstamo del FMI iba a ser ejecutado sin ningún tipo de desvío.

Pero la política volvió a primar sobre la ortodoxia económica que quiso imponer el gobierno. Los resultados de las PASO mostraron una realidad que los funcionarios siempre negó. El plan de ajuste nunca fue aceptado por gran parte de la sociedad.

Desde la cartera de Hacienda aseguran que Dujonve quiso renunciar el mismo miércoles tras la falta de respaldo del presidente. Pero se le pidió algo de tiempo para no generar más volatilidad en los mercados. Con el fin de semana largo ya iniciado, el exfuncionario tuvo carta abierta para retirarse del gobierno. Se habló de Rogelio Frigerio para reemplazarlo, pero el dejó trascender que no aceptaría. De ahí que el presidente Macri optó por Hernán Lacunza, ministro de Economía de la gobernadora María Eugenia Vidal.

Sin dudas se inicia una nueva etapa en el gobierno, en la que no se descartan nuevos cambios en el gabinete y en la que no se garantiza el fin de la crisis económica y social en la que está sumergido el país. El martes hablan los mercados.