Análisis: El Frente de Todos salvó la ropa, pero no detiene su caída en Neuquén
Mantuvo la banca, pero cuatro años después la sangría de votos del peronismo neuquino perdió más de 70.000 votos.
En 2017 el actual secretario de Energía, Darío Martínez, conseguía la tercera banca a diputado nacional por Neuquén con 72.777 votos. La cifra representa unos cinco mil votos más que los que sacó su candidata, Tanya Bertoldi, para asegurarse también esta vez, el último escaño. Si se revisan los datos de las PASO, el Frente de Todos consiguió unos 10.000 votos más. El crecimiento fue muy acotado y apenas le alcanzó para despegarse unos tres puntos de la sorpresa electoral de Neuquén en este 2021: Carlos Eguía.
Sin embargo, cuando se miran los números de 2017 hay que recordar que, la por entonces Unidad Ciudadana, no consiguió lista unificada en la provincia y Martínez compitió con su par Ramón Rioseco, quien sacó 68.175 votos. Ambos espacios sumados cosecharon 142.952 votos. Cuatro años después la sangría de votos del peronismo neuquino fue de más de 70.000. La contundencia de los números puede tener algunas justificaciones, pero ninguna parece tapar el desencantamiento arrastrado en tierras neuquinas.
La imagen de la dirigencia local también se diferencia de la nacional, por ejemplo, si se revisan los datos de las presidenciales de 2019 cuando el Frente cosechó el 47,67% de los sufragios.
Martínez, que tiene sólidos números para exhibir en su gestión al frente de la secretaría de Energía, podrá mostrar como un empate la banca retenida ante el difícil momento del gobierno nacional, sin embargo, más difícil le será explicar el derrumbe electoral del peronismo local de la mano de los apellidos neuquinos.
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