Ambientalistas elogiaron el potencial de la meseta rionegrina 

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Para el equipo de la universidad de Venecia que presentó una propuesta de desarrollo urbano sobre San Antonio y Las Grutas, «el paisaje del área norte de la Patagonia es extraordinario, único por su calidad estética, y de una particular riqueza formal».

Así lo expresó el arquitecto ambientalista Renato Rizzi, responsable académico del proyecto, quien junto a dos colegas y un funcionario del Cobitur recorrió durante seis días el corredor bioceánico y llegó a promisorias conclusiones sobre el futuro de la meseta rionegrina.

Un convenio entre las universidades del Comahue y de Venecia permitió que un prestigioso equipo de ambientalistas y urbanistas italianos presentara una propuesta de desarrollo urbano y ordenamiento territorial y paisajístico en el área cercana al golfo de San Matías.

El proyecto contó con la financiación de la Legislatura, el ministerio de Gobierno y otros organismos públicos y privados, pero los estudiosos no se quedaron en los alrededores de San Antonio, sino que recorrieron toda la meseta, durmiendo en carpas y en viviendas de pobladores, hasta llegar a Puerto Montt, el otro extremo del Corredor.

El equipo preparó el abordaje para el estudio y propuesta que involucra al área de San Antonio, Este y Oeste, y el balneario Las Grutas, en un contexto territorial mayor, y realizó un novedoso enfoque sobre el paisaje de la meseta.

Lo hicieron sobre la base de una propuesta económica y turística que comprende todo el área, del Atlántico al Pacífico, y lo completaron con un viaje de estudio para comprender el carácter de todo el paisaje y confirmar si debía reconsiderarse la elaboración del proyecto que comprendía a la primitiva área en estudio.

Rizzi quedó impactado por la meseta de Somuncura y toda la estepa rionegrina. Afirmó que «tiene una cualidad de naturaleza y paisaje que en el Occidente industrializado no existe más. Tiene un gran valor e importa un gran capital. Es una verdadera mina de oro», enfatizó.

Para el jefe del equipo, que llegó acompañado por dos argentinos que trabajan hace diez años en la universidad de Venecia, el de la Patagonia norte «es un paisaje que puede caracterizarse en tres niveles: el primero es de carácter económico y corresponde al verdadero capital inmóvil de la región; otro, es de tipo social y es relativo a las diversas actividades productivas, al ambiente, al hombre y a su medio de vida. El tercer carácter del paisaje, es el de mayor importancia y es de tipo filosófico», entendió Rizzi, quien agregó que «por su dimensión estética tiene un carácter de extraordinario valor místico y metafísico de la naturaleza, y es el punto más calificativo del paisaje».

Consideró que el paisaje tiene una cuota de belleza extraordinaria, pero necesita de grupos económicos sociales que tengan en consideración la cuota de belleza existente y no la destruya. «La inversión debe elevar la cuota de belleza. La finalidad no es el turismo, ni la economía, sino preservar el extraordinario valor del paisaje. Para esto, el arte es el punto medio entre la belleza del paisaje y la exigencia económica y social. Cuando la cultura se transforma en arte, se integra y hace participar a la sociedad de la belleza», subrayó el especialista.

El paisaje y el medio ambiente es la obsesión de este estudioso que recorrió todo el mundo y enalteció la región con sus conceptos. «La Patagonia interesa a todo a todo el mundo: tanto en América, como en Europa y el Japón, miran con interés turístico a la Patagonia. Pero es un paisaje frágil que debe preservarse de algún tipo de inversiones. No puede explotarse sólo turísticamente. El paisaje puede y debe ser transformado. No se puede congelar.

La Italia del 1500 tuvo problemas similares. Se recuperó con las obras de arte agregadas al paisaje. El arte salva a la naturaleza y al hombre», sentenció.