Aliadas del rinde en los frutales

La polinización que llevan adelante las abejas, incrementa el rendimiento de la fruta en cantidad y calidad. Un trabajo conjunto responsable entre apicultores y fruticultores permitirá la mejora sustancial de la prodctividad de la actividad frutícola.

Por Vanesa Asencio, Ingrid Kaufmann, Salvador Sangregorio y S. Izaguirre (INTA Alto Valle-PROAPI)

Socia. La abeja cumple un rol fundamental en el proceso de producción frutícola.

Durante estos días, ingresará a la región una importante cantidad de camiones provenientes de La Pampa y Buenos Aires cargados con colmenas para sumarse a las locales y brindar el servicio de polinización en los montes frutales. La llegada de abejas, y su distribución en las chacras, no garantizan por sí misma una buena prestación y es necesario que apicultores y fruticultores acuerden aspectos a tener en cuenta para dicha labor.
La incorporación de un servicio de polinización eficiente dentro del paquete tecnológico, es de gran importancia para la mejora sustancial de la producción frutícola. Entre sus beneficios es posible incrementar la cantidad y calidad de los frutos, aumentar la concentración de azúcar y extender el tiempo de conservación de la fruta en frío.
Para los profesionales del INTA Alto Valle, la colmena debería ser considerada como una herramienta agrícola más. “El apicultor deberá tener colonias desarrolladas y con abejas suficientes para salir a buscar néctar y polen de las flores, lo que implica estimular las abejas para que “arranquen” la temporada – en julio – unas semanas antes de lo previsto”, explicó el investigador de esa unidad, Salvador Sangregorio, y agregó: “Por su parte, el chacarero fruticultor, deberá procurar las condiciones para que la abeja trabaje en un entorno adecuado, minimizando los riesgos para estos insectos derivados de la aplicación de agroquímicos, manejo del fuego y desborde de canales de riego”.
Si la colmena inicia su desarrollo dentro de la chacra durante agosto y septiembre, se dispondrá de abejas polinizadoras entre mediados y fines de octubre, recién a finales de la floración. Es importante desarrollar colonias con tiempo, preferentemente desde julio, para lo cual es necesario incentivar la postura temprano.

“Hay que asegurar el funcionamiento de la colmena con una reina joven, productiva y bien adaptada a la región”.

Ingrid Kaufmann Investigadora
INTA


De acuerdo con Ingrid Kaufmann –investigadora del INTA– es importante asegurar un correcto funcionamiento de la colmena con una reina joven, productiva y bien adaptada a las condiciones de la región. Asegurar la sanidad de la colonia que debe contar con más de 5 cuadros cubiertos con cría para asegurar una buena población que oscile entre las 30 a 40 mil abejas, para lo cual el apicultor deberá invertir en alimentos energéticos y proteicos para incentivar las colmenas. Todo esto implica insumos, tiempo de preparación, traslados y demás gastos. Además, es importante garantizar espacio suficiente para que las abejas crezcan sin enjambrarse. Un monitoreo periódico durante la polinización asegurarán el ajuste de manejo a tiempo, optimizando el desempeño de cada colmena. Al respecto, los especialistas recomiendan acceder al material de consulta para conocer aspectos generales del manejo, tanto de las colmenas como de los cultivos: https://inta.gob.ar/sites/default/files/polinizacion_folleto.pdf
Es fundamental construir una relación virtuosa entre el apicultor y el fruticultor para proteger las abejas y la fruta. “El fruticultor debe alquilar colmenas fuertes y evitar dañar a las abejas: si hay que pulverizar, debe avisar de forma fehaciente al apicultor para que tome los recaudos. Mientras que éste debe preparar sus cámaras para brindar un servicio serio, profesionalizado y eficiente, lo que implica manejar sus colmenas antes, durante y después de la polinización”, explicó Vanesa Asencio del INTA Alto Valle.

Rinde. La productividad de los frutales mejora con las abejas.


Arturo Messinger es un apicultor de Río Colorado que desde hace casi 20 años presta servicios de polinización en frutales en el valle de Río Negro. Para él es importante crear un vínculo confiable con los fruticultores: “Cuando nosotros polinizamos, prestamos un servicio, que implica además del capital y movilidad propia, la disponibilidad para poner y sacar las colmenas en el momento que el fruticultor lo decida e indique. El chacarero sabe que la abeja paga con creces en la calidad y cantidad de la producción de frutas”.
Teniendo en cuenta los recursos y el arduo trabajo del apicultor, los responsables de brindar este servicio en la zona están impulsando la creación de una entidad que ordene o regule el servicio de polinización. Esto, entre otras acciones, permitirá brindar colmenas de calidad, para dar un buen servicio a los fruticultores, como también un precio justo por el alquiler que percibe el productor apícola.


Por Vanesa Asencio, Ingrid Kaufmann, Salvador Sangregorio y S. Izaguirre (INTA Alto Valle-PROAPI)

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