Al psicólogo por culpa de las inundaciones
El 47% de la población afectada por las inundaciones del 2003 visitó espontáneamente a estos profesionales.
SANTA FE (Télam).- Casi la mitad de los damnificados por las inundaciones de 2003 en Santa Fe tuvieron que acudir al psicólogo tras la catástrofe, según un trabajo del Ente de la Reconstrucción y de la Dirección provincial de Salud Mental. El informe menciona, además, que el 25 por ciento de los afectados que solicitaron asistencia sufre alteraciones corporales asociadas con situaciones de estrés, y el 16 por ciento pidió ayuda por pérdidas afectivas o materiales. El 47 por ciento de la población afectada por la creciente del río Salado consultó de manera espontánea en los diez centros donde comenzaron a trabajar los psicólogos, que actualmente suman 20. Así lo informaron este viernes en conferencia de prensa el titular del Ente de la Reconstrucción, Juan Carlos Forconi, y la integrante de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud, Karina Silva. “A diferencia de lo que se da generalmente, que los pacientes llegan por derivación de médicos de otros efectores, estas personas consultaron porque sabían que había un psicólogo en su barrio que podía dar respuesta a su sufrimiento”, admitió Silva. En los últimos seis meses, los psicólogos realizaron 5.678 prestaciones individuales y 901 comunitarias, lo que hace un total de 6.579 intervenciones en diez centros de salud o instituciones de referencia del oeste de la ciudad de Santa Fe. A estos deben sumarse, desde agosto, los cuatro asentamientos de familias en los barrios La Tablada, Callejón Roca, Loyola Norte y 29 de Abril, donde las atenciones son domiciliarias. Forconi planteó que “uno de los elementos más contundentes en la evaluación es la alta tasa de uso de la prestación que está reclamando la gente”. “Sobre esto se puede explicar que hay tanta gente que necesita atención porque nosotros salimos a la calle a buscar esa demanda, que existe. Somos concientes de la necesidad de este trabajo para llegar a acompañar la normalización de la vida de las familias que se vieron afectadas por la inundación”, enfatizó. Además, la profesional indicó que “un 16 por ciento acudió por las pérdidas afectivas o materiales que sufrió durante la inundación”.
SANTA FE (Télam).- Casi la mitad de los damnificados por las inundaciones de 2003 en Santa Fe tuvieron que acudir al psicólogo tras la catástrofe, según un trabajo del Ente de la Reconstrucción y de la Dirección provincial de Salud Mental. El informe menciona, además, que el 25 por ciento de los afectados que solicitaron asistencia sufre alteraciones corporales asociadas con situaciones de estrés, y el 16 por ciento pidió ayuda por pérdidas afectivas o materiales. El 47 por ciento de la población afectada por la creciente del río Salado consultó de manera espontánea en los diez centros donde comenzaron a trabajar los psicólogos, que actualmente suman 20. Así lo informaron este viernes en conferencia de prensa el titular del Ente de la Reconstrucción, Juan Carlos Forconi, y la integrante de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud, Karina Silva. “A diferencia de lo que se da generalmente, que los pacientes llegan por derivación de médicos de otros efectores, estas personas consultaron porque sabían que había un psicólogo en su barrio que podía dar respuesta a su sufrimiento”, admitió Silva. En los últimos seis meses, los psicólogos realizaron 5.678 prestaciones individuales y 901 comunitarias, lo que hace un total de 6.579 intervenciones en diez centros de salud o instituciones de referencia del oeste de la ciudad de Santa Fe. A estos deben sumarse, desde agosto, los cuatro asentamientos de familias en los barrios La Tablada, Callejón Roca, Loyola Norte y 29 de Abril, donde las atenciones son domiciliarias. Forconi planteó que “uno de los elementos más contundentes en la evaluación es la alta tasa de uso de la prestación que está reclamando la gente”. “Sobre esto se puede explicar que hay tanta gente que necesita atención porque nosotros salimos a la calle a buscar esa demanda, que existe. Somos concientes de la necesidad de este trabajo para llegar a acompañar la normalización de la vida de las familias que se vieron afectadas por la inundación”, enfatizó. Además, la profesional indicó que “un 16 por ciento acudió por las pérdidas afectivas o materiales que sufrió durante la inundación”.
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