Advierten que no habrá pastizales en el verano para alimentar a los piños de chivos
Un diagnóstico del Inta Bariloche indicó que hay un 60% menos de lluvias y que impactará en la oferta forrajera para las trashumancias. El ministerio de Producción prevé impulsar medidas de mitigación del impacto.
El modelo productivo de trashumancia en el norte de Neuquén está en serio peligro debido a la intensa sequía que impedirá la regeneración de mallines en la primavera. El panorama obliga a buscar, con cierta urgencia, un mecanismo de cambio de paradigma que puede hallar una respuesta en la emergencia.
El ministro de Producción e Industria, Facundo López Raggi, reconoció que tiene un desafío importante ante la sequía que afecta, sobre todo en la zona norte, por falta de nevadas, que viene desde hace 13 años.
La emergencia contempla todo el año 2020 con excepción de 3 departamentos, y todo el 2021 para todo el territorio provincial, con posibilidad de prórroga al 2022, informó Amalia Sapag, subsecretaria de Producción.
Mencionó herramientas generadas e implementadas que permitieron actuar con previsibilidad, como las ventas conjuntas de animales para la descarga de los campos, el trabajo de los técnicos por cambiar cuestiones culturales, el Incentivo Ganadero y el Plan Ganadero Bovino provincial, donde se ponen en juego las buenas prácticas.
El técnico del Inta Bariloche, Marcos Easdale, contó que en febrero elaboraron un informe para mostrar las zonas de alerta en función de la velocidad de cambio que ha tenido la productividad, la vegetación, los pastizales y el bosque en los últimos años.
“La zona centro norte, recostada sobre la cordillera está categorizada en alerta porque viene de varios años la merma en la productividad y si bien en el último tiempo ha habido una incipiente recuperación aunque por debajo del promedio histórico de productividad«, señaló.
Precisó que lo mismo en la zona del monte, Añelo y Confluencia y otra zona catalogada en recuperación que es una franja que va desde Junín de los Andes, valle de Collón Cura, Catan Lil y Las Coloradas, que también venía con valores menores de productividad y en el ultimo tiempo se había recuperado.
Luego se ubica una franja intermedia, zona del monte, que coincide esta en fase positiva por lluvias que se dieron entre 2014 y 2018 que mejoró un poco las condiciones.
Advirtió que al no haber nieve, no hay humedad para los pastizales de octubre a enero y se acorta el ciclo productivo en primavera. Le puso números a ese diagnóstico.
El Limay tiene un 38% menos de precipitaciones respecto al promedio, unos 246 milímetros menos de lo que tendría que haber llovido, la zona centro un 45% menos de agua, 243 milímetros menos, y la cuenca norte está en un 60% menos de lo que tendría que haber llovido que representan unos 164 milímetros menos.
“El agua que no cayó no caerá en los próximos meses, ya se transforma en una inercia aunque llueva, entonces el escenario está marcado desde este punto de vista y es sobre el cual tenemos que trabajar”, indicó.
Explicó que en cuanto a pastizales, al 14 de junio se muestra la evolución del otoño – invierno, una intensificación, los problemas fundamentalmente en las invernadas que tienen una zona critica que agarra toda la cuenca del Curi Leuvú como una de las más afectadas, la zona de Curaco y zona de Loncopué y El Huecú. La otra zona va de Barrancas, Buta Ranquil, hasta Rincón de los Sauces, que son pastizales de baja productividad y a su vez están estresados de productividad.
El cordón que va entre el Domuyo y el Tromen, que son zonas de veranadas, están recostadas sobre el este de la zona norte, y son las que están teniendo teniendo valores con menor productividad respecto de lo que correspondería, y a su vez muchas de estas veranadas tienen zonas de invernadas ubicadas en sitios que también están en situación crítica, “o sea que acá hay una complejidad para el sistema trashumante del norte”, señaló. Puntualizó que “en la zona del monte entre Catriel y Añelo se sigue monitoreando que va a pasar”.
“Tenemos que cambiar fuertemente nuestra forma de concebir la producción y de tomar decisiones, las decisiones se tienen que tomar como vemos hoy, mucho más rápido y acordes a los cambios drásticos que el propio clima nos está dando”, reflexionó.
Déficit de lluvias en el fin del invierno
El pronosticador de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas Fernando Frassetto reiteró que la escasa nieve trae escasos caudales y que habrá un déficit de lluvias también en cordillera en los próximos meses, lo cual agrava más la situación. En los próximos 15 días no se esperan precipitaciones que acumulen más de 5 mm, «por el momento es muy preocupante porque son números que están por fuera de los valores históricos de los últimos 120 años”.
El presidente de la Sociedad Rural del Neuquén, Diego García Rambeau, explicó que se requiere un cambio de paradigma en lo que se está haciendo a nivel producción, “un cambio de visión de lo que es la ganadería extensiva acá en la provincia, que también afecta a provincias vecinas y en ese sentido desde la Comisión Directiva vemos con muchísima preocupación, además de los escenarios climatológicos los de mercado frente a los cierres de exportación”.
“Vemos que el único cambio que vemos posible es ajustar la carga y hacer los relevamientos de pastizales acordes a cada lugar”, agregó. “Proponemos reordenar estrategias e implementar todo el paquete tecnológico que muchas veces por ahí el privado está un paso más adelante en eso pero es imperioso llevarlo a cabo en todas las escalas productivas de la provincia para lograr que lo poco que llueve en algún momento sea lluvia efectiva y no tengamos esos picos decrecientes en los ríos que vemos con total asombro. Eso se logra haciendo un uso de pastizales regenerativo”, señaló.
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