Adopción desde el embarazo: las casadas tendrán que pedir permiso

El proyecto de ley para iniciar el trámite de adopción desde el embarazo presentado por el senador Guillermo Pereyra (MPN) prevé que las mujeres casadas deban tener la autorización de sus maridos para acceder al trámite. La propuesta implica que la mujer que transite un embarazo no deseado y opte por esta salida “requerirá la decisión libre e informada de su cónyuge”.

Además, permite que adolescentes y niñas menores de 13 años puedan acceder a la adopción desde el embarazo, con consentimiento de padre o tutor. Lo mismo para mujeres embarazadas producto de una violación, “con la sola declaración jurada ante el profesional de la salud interviniente”.

El Código Penal permite desde 1921 el aborto en dos supuestos: cuando está en peligro la vida o la salud de la mujer y cuando el embarazo es producto de una violación. En la legislación argentina se consideran forzados los embarazos de adolescentes menores de 15 años.

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Punto por punto, los alcances del proyecto

Personas involucradas: Podrán acceder al trámite “sumarísimo” de adopción las mujeres embarazadas producto de una violación, adolescentes de entre 13 y 16 años, menores de 13 años y las mujeres con embarazos no deseados.

Autorizaciones: Las mujeres casadas deberán tener el permiso de sus cónyuges. Las adolescentes y niñas, de su “padre o tutor”.

Ayuda económica: La otorgará el Poder Ejecutivo a las mujeres que den en adopción, sólo si se trata de adolescentes y niñas o de mujeres violadas.

Asistencia médica y psicológica: Crea un programa de asesoramiento “para mujeres en estado de embarazo no deseado”. “Promoverá la adopción a fin de garantizar a la persona por nacer el pleno derecho a crecer en una familia”.

Período de arrepentimiento: Podrá ejercerlo la mujer desde que toma la decisión de dar en adopción hasta que se produzca el nacimiento.

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“El aborto legal no es una opción”

“La vida es un don de Dios que, por su carácter sagrado, debe ser respetada. Desde la formación de la primera de sus células, la vida humana debe ser tratada con el respeto incondicional que se le debe a toda criatura de nuestra especie”, argumentó Pereyra en el proyecto enviado al Senado.

Planteó que “la salvaguarda de la vida es un objetivo primordial” y que facilitar el trámite de adopción ”pretende desalentar prácticas abortivas”.

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“El Estado debe ayudar a salir a las mujeres de esta situación en la cual no quieren estar, pero el aborto legal no es una opción”, aseguró en el texto, pese a que públicamente se manifestó “indeciso” en cuanto a su voto en el Senado.

“El planteo que a nivel social se presenta como una dicotomía entre ‘aborto legal’ o ‘aborto clandestino’ es falaz”, sostuvo.