Adiós al Santa, comunicador de alma, innovador y compañero entrañable

«Lamento informar el fallecimiento de Sebastián ‘Santa‘ Curinao». La frase difundida por las redes sacudió a todos los trabajadores de los medios de la región. Y nos recordó que detrás de las frías cifras diarias de la pandemia están valiosas vidas humanas en juego.

En el Santa podías encontrar un comunicador de alma, una opinión política criteriosa, una idea brillante para un nuevo emprendimiento.

En el grupo que armamos, más que compas, amigos, nos regaló su sonrisa, sus mates lavados, una nota musical, un paso de baile, una historia verídica de la Patagonia rebelde, el mejor periodismo. Siempre buscando lo colectivo, lo independiente. En la redacción, en las radios (Antena Libre, La Super, Manantial, Versión, entre otras), la web, las app, o de su productora de «La Viruta web».

Con él muchos compartimos la carrera, el facubar, la radio, la web, la calle, la vida, durante más de una década, que no es poco. Llegaba con su bolso cruzado y a pesar de que lo traía casi vacío, podía sacar un conejo de la galera para mostrar la realidad, desnudar las injusticias, demostrar que ser joven también podía ser sinónimo de gran oficio. Se hizo un nombre gracias a eso, y hoy tantos lamentan su partida, porque nunca dejó de pedalearle a sus sueños, aunque costara el doble.

Un factor que siempre lo caracterizó y describe su condición humana y profesional es su generosidad. Es, porque vive en todos los que aprendimos de él. Nunca escatimó conocimiento, un valor que enaltece su recuerdo para siempre.

Hace un tiempo ya habías dejado la redacción de «Río Negro» buscando nuevos horizontes para vos y tu compañera Daniela. Pero aún así, las paredes de agencia Roca siempre van a recordar haberte visto armar escenario para TODO lo que impulsaste. El online vivió y siguió respirando, gracias a que vos estuviste ahí y todos lo sabíamos.

Como dijo Flor, «seguramente allá donde vayas, estarás inventando esa plataforma digital que todavía nadie conoció y todos necesitan. Nunca vas a estar en una estadística, siempre vas a estar en la memoria de todos lo que estuvimos cerca tuyo. Y que nos transformamos con vos». ¡Gracias por tanto, gordo! Hasta siempre y que suene cumbia en el cielo en tu honor.