Achicar las brechas de género
Por María Taboada *
El Gobierno Nacional se ha propuesto decididamente acortar las brechas entre mujeres y varones en todos los ámbitos.
En el último tiempo fuimos testigos de la implementación de diferentes medidas que se propusieron una mayor inclusión laboral y cobertura de la seguridad social de las mujeres.
Contamos con el antecedente de las moratorias previsionales implementadas en el año 2004 y 2014 por las leyes 24.476 y 26.970 –aún vigentes– que significaron la posibilidad de acceder a un beneficio jubilatorio a miles de mujeres que por la situación de desigualdad imperante en el mercado de trabajo se veían imposibilitadas de hacerlo de acuerdo a las “reglas del mercado”. En nuestra provincia el porcentaje de mujeres que cobra una jubilación gracias a dichas moratorias es mayor al 80%.
Hoy estamos a días de que las primeras mujeres que tramitaron la jubilación con reconocimiento de aportes por tareas de cuidado puedan estar cobrando sus haberes. En la provincia se llevan iniciados unos mil expedientes jubilatorios (de los que unos 400 están resueltos para comenzar a liquidarse en los meses de octubre y noviembre). Esta es una medida trascendental que no solo repara desigualdades de género, sino que reconoce una labor fundamental para el desarrollo de la vida, el Cuidado. Las tareas de cuidado llevadas adelante mayoritariamente por mujeres que postergan sus carreras laborales, sus posibilidades de formación y capacitación, de obtener ingresos por tareas remuneradas, el tiempo que podrían dedicar a la recreación y el ocio, invisibilizadas por años comienzan a ser consideradas en toda su dimensión e importancia como motores invisibles de la economía, como pilares del funcionamiento social. Y a ser reconocidas, en este caso a los fines previsionales.
La segunda medida directamente dirigida a mejorar las condiciones de las mujeres en el ámbito laboral y por ende de la seguridad social es el “Programa Registradas”. Se propone promover la formalización del empleo de las trabajadoras de casas particulares. Formalizar significa dotar de derechos, de los derechos que surgen de cualquier relación laboral. En este caso los que surgen de la ley 26.844 del año 2.013 que regula el régimen especial de contrato de trabajo para dicho personal, poniéndolo en un pie de igualdad con el resto de los trabajadores. Las trabajadoras de casas particulares deben acceder a la cobertura de una obra social, estar cubiertas por riesgos laborales, cobrar asignaciones familiares, gozar de licencias pagas por vacaciones y también por enfermedad, a aportar para acceder a una jubilación, a no ser despedida sin justa causa.
Pero se estima que a nivel país un 69% de dichas trabajadoras se desempeña sin estar registrada. Es esa la realidad que no pasa por alto este Gobierno. Las mujeres fueron las más afectadas por la pandemia de la Covid-19 por el aumento de tareas adentro del hogar, porque son siempre en las crisis las primeras en perder empleos, o en conseguirlos en condiciones de precariedad y peor remunerados, y porque uno de los sectores que se vio muy resentido fue el servicio doméstico. No solo es un sector muy precarizado sino altamente feminizado además de una de las principales ocupaciones remuneradas de la mujer (junto a las trabajadoras de la enseñanza y la salud representan cuatro de cada diez mujeres ocupadas, todas tareas relacionadas con el hogar y el cuidado).
A mayo de 2021 en la provincia de Neuquén encontrábamos 6.011 trabajadoras de casas particulares registradas y solo 280 trabajadores varones. El 95.5 % de las y los trabajadores de casas particulares son mujeres. Este dato contrasta con el de los aportantes en relación de dependencia (excluido servicio doméstico) el 73% de quienes trabajan de manera registrada son varones, el 23% mujeres.
Las reseñadas son medidas concretas que impactan en la generación de empleo de calidad de las mujeres, empleo registrado, que promueven la inclusión laboral y de la seguridad social (junto a la ley de los mil días o de atención y cuidado integral de la salud durante el embarazo y la primera infancia, la modificación al régimen de asignaciones familiares ampliando la cobertura). Son medidas políticas que cierran brechas y que por lo tanto nos aproximan más a esa justicia social a que todas y todos aspiramos.
* Gerenta UDAI ANSES Neuquén.
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