Aarón vive en Bariloche y necesita un tratamiento que la obra social le niega
Los padres del pequeño de Bariloche reclaman que la obra social de los trabajadores gastronómicos cumpla con el pago de las prestaciones de la cobertura integral, que necesita el niño.
Los problemas comenzaron a partir de 2017. La obra social de los trabajadores gastronómicos , Osuthgra, dejó de pagar o se atrasó en los pagos de las prestaciones médicas que necesita Aarón y allí empezó el peregrinaje de sus padres y del pequeño.
Como no encontraban respuestas en Esquel, donde vivía la familia, resolvieron mudarse a Bariloche.
Se radicaron a finales del año pasado en esta ciudad con el único objetivo de acceder a la cobertura del tratamiento de rehabilitación integral de su hijo.
Pensaron que estando en Bariloche la situación mejoraría. Claudio Jaramillo y Haydeé Castro, los padres del niño, dijeron que deben concurrir en forma permanente a las oficinas de la obra social para que no se corten las prestaciones.
Sus padres explicaron a este diario que Aarón es autista. Pero además padece hipoacusia neurosensorial bilateral, trastornos mixtos del desarrollo e hidrocefalia por infección citomegalovirica congénita, según describieron en la acción de amparo, que presentaron en diciembre pasado en el juzgado federal de Bariloche.
En el amparo, pidieron al juez que ordene a la obra social que garantice el tratamiento de rehabilitación integral con la asistencia de los profesionales correspondientes. El juez federal Leónidas Moldes hizo lugar al reclamo.
En los pasillos
Haydeé creyó que se terminaría el peregrinaje por los pasillos de la obra social. Pero eso no ocurrió. Seis meses después, los problemas no se resolvieron.
“Desde el 22 de mayo (pasado) Aarón se quedó sin acompañamiento terapéutico por falta de pago”
Haydeé Castro
Mamá de Aarón
Era una terapia de 4 horas de lunes a sábados. “Aarón había empezado a asociarse, a no golpearse, porque se autoagredía mucho, a tirar palabras”, explicó Haydeé, que valoró el trabajo hecho desde octubre hasta mayo por la acompañante terapéutica. “Había empezado a decir mamá”, aseguró. Dijo que les costó dos meses que la obra social autorizara la acompañante terapéutica.
Los padres indicaron que la acompañante no pudo seguir por la falta de pago por parte de la obra social. A partir de ese momento, la madre dijo que percibe un retroceso en su hijo. “Se empezó a aislar, está triste”, afirmó.
Por el malestar de los padres, enviaron varias notas a la obra social para avisar de la deuda. Pero nadie escuchó. “Cinco meses aguantó. Ella además es enfermera y necesita cobrar su trabajo”, afirmó Claudio.
Destacaron que con la psicomotricista su hijo pudo lograr estar sentado. El niño por su patología recién aprendió a caminar a los 4 años. “Pero ahora nos dicen que no la autorizan a seguir”, señalaron.
Los padres aseguraron que su hijo necesita “el conjunto de terapias”, que incluye fonoaudiología, psicología, psiquiatría infantil, musicoterapia, psicomotricidad. “La prestación de musicoterapia se cortó ahora después de ocho meses de deuda”, afirmaron.
Cada vez que reclaman el corte de una prestación son convocados para una mediación y aparece el pago de la prestación. Pero están cansados de todo ese procedimiento.
El pedido
Por eso, reclaman que la obra social pague a los prestadores para que no se interrumpa el tratamiento integral.
“Todos los días uno se levanta con la preocupación de ir a la obra social para hacer un reclamo o ir al juzgado”
Haydeé Castro
Mamá de Aarón
Recordaron que presentaban un año antes toda la documentación que les pedía la obra social para que su hijo tengas las prestaciones necesarias el año próximo. Así ocurrió hasta 2017 cuando empezaron los problemas.
El padre dijo que deben viajar a Neuquén en forma periódica por el tratamiento del niño y esos gastos la obra social se los reintegra unos 15 días después. Antes era más difícil, porque había que viajar con el chico a Buenos Aires. Optaron por Neuquén porque en Buenos Aires “nunca pudimos ver un resultado”.
Eso obliga a la familia a hacer un esfuerzo económico. Y Claudio es el único que trabaja como empleado gastronómico porque la pareja tiene otros dos hijos pequeños.
“Para mí juegan con la salud de mi hijo”, lamentó Haydeé. “Deseamos que a nadie más le pase lo mismo, porque llega un momento que cansa y hasta pensás en bajar los brazos”, afirmó.
Un fallo que hizo lugar a una acción de amparo
El juez federal Leónidas Moldes admitió parcialmente a finales de diciembre pasado la demanda interpuesta por Haydée Castro, en representación de su hijo Aarón Jaramillo Castro.
Y condenó a la obra social Osuthgra “a dar cobertura inmediata, directa e ininterrumpida del tratamiento de rehabilitación integral consistentes en acompañamiento terapéutico (6 horas por día), fonoaudiología (3 sesiones semanales), terapia ocupacional (3 veces por semana), psicología (2 sesiones semanales) y psiquiatría infantil (una vez por mes) y del costo del transporte para asistir al centro de rehabilitación.
Moldes impuso además las costas a la demandada, según el fallo que dictó el 28 de diciembre pasado.
En el amparo, la madre solicitó que se ordene a la obra social brindar la cobertura inmediata, directa e ininterrumpida del tratamiento de rehabilitación integral de su hijo. Sostuvo que Aarón es afiliado a la obra social demandada y padece hipoacusia neurosensorial bilateral, trastornos mixtos del desarrollo e hidrocefalia por infección citomegalovirica congénita, por lo que posee certificado de discapacidad vigente.
Manifestó que por la condición del menor y por prescripción médica, debe asistir periódicamente a diversas terapias y tratamientos que resultan claves en su desarrollo psicomotriz y su integración.
La madre se quejó de las conductas burocráticas de la demandada para la aprobación del plan, quien puso en cabeza del afiliado la gestión para conseguir los prestadores, demorando como mínimo seis meses en expedirse y siempre haciéndolo en forma parcial a lo requerido.
La obra social contestó la demanda y solicitó el rechazo. Pero Moldes admitió el amparo.
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