A urbanizar

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Una chacra recostada sobre el río Neuquén, en el trayecto que va desde la Confluencia con el Limay hasta el dique ingeniero Ballester, vale poco mientras se mantiene su destino rural pero, tocada por la varita mágica de la urbanización y loteada, multiplica su precio varias veces. Lo sabe el ex secretario General de la Gobernación durante los gobiernos de Jorge Sobisch, Rodrigo Salvadó. Sin éxito hasta ahora, quiso comprar una chacra ribereña de 91 hectáreas, que pertenece a la sociedad El Rincón SA, integrada por los hermanos Henríquez, ex dueños de Moño Azul, y por los herederos de Antonio Pirri. Originalmente la chacra, pegada a Rincón de Emilio, tenía cien hectáreas. A las restantes “se las llevó el puente”, dijo Ángel Enríquez a la agencia Centenario de este diario –uno de los socios de Rincón–, refiriéndose al conocido como “tercer puente” que, aún sin terminar, atraviesa el río Neuquén. Han recibido ofertas de compra pero –explicó Ángel- para venderla hay que tener un permiso especial que solo puede otorgar el Concejo Deliberante neuquino. Salvado ofreció unos cuatro millones de dólares y lotes de la urbanización que se propone hacer por un equivalente a cien mil metros cuadrados. Si se libera esa chacra al uso urbano no se puede hacer cualquier loteo, cree Ángel. Según él, el Deliberante neuquino tiene a esa zona como si fuera “un oasis”. Para lotear allí habría que respetar las alamedas plantadas y otras restricciones. “Hoy lo único que se podría hacer ahí sería un country privado, con terrenos de dos hectáreas, para gente de plata”. Tanto Salvadó como Luciano Lacava han loteado en el barrio, y también construido, sobre un total de 10 a 15 hectáreas, estimó Ángel. Supone que eso ya es zona urbana porque han alambrado, trazaron calles y están poniendo luz. A su juicio, los loteos deben estar aprobados.

JORGE GADANO jagadano@yahoo.com.ar

Rodrigo Salvadó, ex secretario general de la Gobernación