A la selección de Ghana le sobra confianza para la final

CORDOBA (Télam) – La clasificación para la final del Mundial Sub-20 alcanzada por Ghana, justamente ante otro equipo de Africa como Egipto, reafirmó una vez más el notable crecimiento que desde los juveniles viene observando el fútbol de ese continente en el plano internacional.

Y con el objetivo de sorprender al «favorito», Argentina, viajó ayer a Buenos Aires el plantel ghanés que el domingo en cancha de Vélez Sársfield jugará la final.

La delegación ghanesa se marchó de Córdoba con mesurado optimismo, pero confiando en que pueden «sorprender», según las apreciaciones del entrenador Emmanuel Afraine, quien reiteró que sus juveniles dirigidos se sienten «muy motivados» por el histórico partido que afrontarán el domingo.

Afraine adelantó que John Paintsil volverá a ser titular, luego de cumplir una jornada de suspensión, ocupando el lugar que ante Egipto fue propiedad de Samuel Thompson.

El buen juego de Ghana contó aquí con la adhesión del público local, ante el que los jugadores de camiseta amarilla bailaron al término de cada triunfo en el estadio «Olímpico» cordobés, sobre Brasil primero y el pasado miércoles ante Egipto.

Afraine comentó que lo destacado de su equipo es que «en los partidos los jugadores se liberan y los asumen como un juego, por lo que pueden verse algunas acciones de mucho atrevimiento».

Con la batuta del habilidoso volante Derek Boateng, el despliegue de Sulley Munari, John Mensah y Abdul Ibrahim, el equipo de Ghana se convierte en un conjunto «de cuidado» para cualquier rival, y su técnico no se cansa de recordar que «emergieron» del llamado «grupo de la muerte», que se jugó inicialmente en Mar del Plata, donde fueron primeros.

Todavía está en deuda el delantero Razak Pimpong, quien afectado por un fuerte estado gripal, sufrió una merma física y esperan que se recupere para el domingo.

Afraine se encargó de defender a su arquero, un chico de sólo 16 años, Maxwell Banahene, saliendo al cruce de algunas críticas por dudas evidenciadas por el guardavalla en algunas jugadas.

«En seis partidos sólo le convirtieron dos goles y siempre tuvo buenas intervenciones», argumentó el entrenador.

El equipo del norte de Africa se clasificó por segunda vez para la final de un Mundial Sub-20, ya que en 1993, en Australia, también llegó a la instancia final y perdió con Brasil (2 a 1).

«A pesar de la categoría del rival y de que Argentina es favorita, podemos ser los primeros africanos campeones del mundo Sub-20», se entusiasmó Afraine.