A 29 años de la Tragedia de Munich
Por Alejandra Vignollés
Hoy se cumplen 29 años del asalto del comando árabe Septiembre Negro a los Juegos Olímpicos de Munich, donde la necesidad de alertar al mundo sobre la existencia del pueblo palestino y la impericia de la policía alemana se combinaron trágicamente con un resultado de 17 muertos.
Eran las 4:55 de la madrugada del 5 de setiembre de 1972, cuando ocho integrantes del comando palestino Septiembre Negro ingresaron a la villa olímpica de Munich, tomaron como rehenes a nueve atletas israelíes, mataron a otros dos y exigieron la liberación de varios de sus compañeros presos.
«Si el gobierno de Israel no libera a las nueve de la mañana a 250 compañeros que duermen en sus cárceles, cada dos horas morirá un rehén», advirtió escueto el jefe del grupo.
También exigieron negociaciones directas con el gobierno de la República Federal Alemana y el traslado de guerrilleros y rehenes a una capital árabe.
De allí en más los hechos comenzaron a encadenarse con lógica «kafkiana» y todo terminó en una tragedia.
Israel se negó a acceder al pedido palestino y a las siete de la tarde, Septiembre Negro amenazó con ejecutar a los rehenes si no los conducían en un avión con destino a El Cairo.
Finalmente, a las diez de la noche, el comando y los rehenes salieron de la Villa Olímpica a bordo de tres helicópteros -los pilotos iban encañonados por hombres de Septiembre Negro-, con supuesto destino al aeropuerto internacional de Munich. Los helicópteros germanos aterrizaron hacia las 22:35 en la base militar de Fuerstenfeldbruckm, que estaba a oscuras a propósito, ya que ocultos esperaban a los palestinos francotiradores de la policía alemana, apostados en las terrazas y en los hangares del aeropuerto.
Cuando dos de los palestinos bajaron para inspeccionar el Boeing 737 que los iba a llevar fuera de Alemania, el aeródromo fue iluminado súbitamente con luces de bengala y los dos palestinos cayeron bajo las certeras balas de la policía alemana.
Los integrantes del comando que estaban dentro de los helicópteros asesinaron a los rehenes, la policía a su vez mató a cinco de los palestinos y el helicóptero voló en pedazos. Los cinco palestinos quedaron tirados a un costado de la pista casi decapitados por las balas, uno de los francotiradores colgado de una de las barandas de la terraza, sin vida.
Tres palestinos lograron huir, pero poco después fueron detenidos.
El analista político Pedro Brieger, en diálogo con Télam, sostuvo que a 29 años de la tragedia «se puede afirmar que el objetivo de Septiembre Negro no era Israel, ni tampoco estaba entre sus planes matar a los atletas judíos, lo que ellos querían era repercusión internacional».
«Ellos querían decirle al mundo que el pueblo palestino existía», agregó y puntualizó en ese sentido que «era la época en que Israel decía que no había un pueblo palestino». Por otra parte recordó que «los palestinos estaban muy golpeados, ya que venían de la derrota en la Guerra de los Seis Días de 1967, en la que Israel les había arrebatado Gaza y Cisjordania».
El organizador del asalto a la villa olímpica Daud Audeh, en el libro «Palestina-De Jerusalén a Munich», afirma que el «objetivo era atraer la atención del mundo sobre el problema palestino» y aprovechar para ello la presencia de la prensa internacional en Munich.
La furia palestina contra las Olimpíadas se había visto alimentada porque el Comité Olímpico Internacional (COI) excluyó de los Juegos Olímpicos a Rhodesia, pero no a Israel, y no admitió la participación de los palestinos.
«Estábamos dispuestos a hacer todo para evitar que se olvidara el destino de un pueblo ocupado, al que se impedía formar su propio Estado», dice Abu Daud, a la vez que subraya que nunca estuvo en sus planes matar a los rehenes: «El baño de sangre en el aeropuerto no era lo que queríamos».
Septiembre Negro fue un desprendimiento del Frente Popular para la Liberación de Palestina, que era el sector más radicalizado de la causa árabe y tomaron ese nombre en homenaje a los palestinos expulsados de Jordania por el rey Hussein el 6 de setiembre de 1970, luego de que miembros del FPLP secuestraron cuatro aviones en distintas partes del mundo, de los cuales dos fueron obligados aterrizar en un aeropuerto jordano. (Télam)
Hoy se cumplen 29 años del asalto del comando árabe Septiembre Negro a los Juegos Olímpicos de Munich, donde la necesidad de alertar al mundo sobre la existencia del pueblo palestino y la impericia de la policía alemana se combinaron trágicamente con un resultado de 17 muertos.
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